Obrera pacificadora

Viviane Freitas

  • 5
  • Jun
  • 2014

Obrera pacificadora

  • 5
  • Jun
  • 2014

Proseguimos con una bienaventuranza más, hoy, sobre ser pacificadora.



»Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios»
(Mateo 5:9)

Quien es pacificador refleja la imagen de Dios. ¡Tiene su ADN!

¿Qué es ser pacificador?

¿Sabes aquella persona que delante de una situación complicada, de conflictos, desavenencias, discordias, siempre tiene una palabra, o una actitud que transmite seguridad y tranquilidad? Es ese el pacificador.

Infelizmente, la tendencia del es que »yo», delante de las contrariedades de la vida – principalmente cuando la herida es »tocada» – tiendes a crear defensas y sacar tus propias conclusiones, en función de defender tus derechos. Es en este punto que surgen las complicaciones y las desavenencias entre los individuos, porque cada uno, tiene como finalidad salvaguardar su interés egoísta.

¡Esa es la realidad! Pero también es precisamente en estas situaciones, en las que queda claro de quiénes somos hijos, o lo que está dentro de nosotros.

No es cuando todo va bien, cuando tu ministerio como obrera está en un estado de beneficios, en que todo va a las mil maravillas, cuando es revelado el espíritu pacificador, porque es muy fácil ser pacífica cuando no existen situaciones adversas, que se mueven con tu »yo».

¿Cómo ser una obrera pacificadora?

Cuando delante de una »llamada de atención», no te levantas para defender tus supuestos derechos, sino que antes, piensas, analizas, analizas la veracidad de los hechos, y sobre todo, eres pacífica para esperar la defensa de tu Dios, porque crees que todo coopera para tu bien, para tu desarrollo espiritual.

– Cuando nos enfrentamos a un »dime y diretes», de una crítica hecha por otra persona, de una discusión, no eches leña al fuego, sino que con tus palabras, debes tranquilizar la situación, mostrando el camino de la verdad y la justicia.

– Cuando delante de tus conflictos internos, buscas en Dios y no alimentas tus sentimientos engañadores.

Querida obrera, te pido que una vez más, mires dentro de ti, y observes si has sido una persona pacificadora, pues si no lo eres, corres un serio riesgo de no ser llamada ( vista ) como hija de Dios. ¿Es muy profundo, no crees?

Escribe tu comentario y añade en la vida de alguien.

Un abrazo de tu compañera.

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3 comentários

  1. AMÉN,TENER EL ADN DEL PADRE,NO DEPENDE DEL PADRE,EN ESTE CASO DEPENDE DEL HIJO….

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  2. Muy cierto y muy fuerte. Para tenerlo en cuenta siempre

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  3. Gracias sra por este consejo. Debemos cuidar en cada detalle, para reflejar que somos hijas de Dios, debemos ser como El, debemos reflejar su caracter ante cualquier situacion…

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