Volviendo al Pasado – 65ª Parte

Viviane Freitas

  • 13
  • Dic
  • 2016

Volviendo al Pasado – 65ª Parte

  • 13
  • Dic
  • 2016

Londres es un lugar muy movido, hay muchas personas en la calle, muchas tiendas lindas. Existen lugares muy sorprendentes, y dentro de la iglesia también, no había forma de que las esposas estuviesen sin nada qué hacer.

Había clases de inglés gratis, abiertas al público en algunas salas; y una serie de grupos de hospitales, de evangelización, etc. Un lugar que marca.

Yo vivía en la propia iglesia, algo que para mi era un sueño, sueño por poder tener acceso al Altar y hacer mis propósitos personales con Dios.
Además de darme más tiempo de servir en la casa de Dios.

Pero para cumplir con aquel sueño, tenía que crearse la oportunidad.

¿Por qué?

Yo vivía en la iglesia y tenia innumerables cosas que hacer, las esposas que vivían en la iglesia casi no se veían, todas ellas siempre estaban ocupadas, tanto con el servicio de casa como de la iglesia. Los miércoles y Domingos era nuestro encuentro en el salón de la iglesia.

Aquello me incomodaba, el hecho de yo estar envuelta con tantas cosas, y al mismo tiempo casi no me sobraba tiempo a solas con Dios. Hasta que un día me cansé y pensé: “Cuánto tiempo esperé para un día vivir en la casa de Dios, y ahora, viviendo, ¿casi no tengo tiempo?” Definí un horario para levantarme todos los días. Confieso que el horario que me propuse levantarme no era nada fácil. Era un sacrificio, porque todos los días había programa de tv tarde, el cual hacía mi marido.

¡Cuántas veces me levanté muriendo de sueño! Perdí la cuenta, pero recuerdo que yo quería, y sabía que mi éxito dependía de ese momento. Entonces recuerdo que un día hice una separación de los demás días, después de esa oración rápida hecha dentro del ascensor:

Miré al espejo del ascensor, con mis ojos cerrándose lentamente de sueño, y dije: “Dios, yo no aceptó estar con sueño. No acepto presentarme delante de Ti, en Tu Altar con palabras repetitivas y sin expresión, consumida por el sueño. Yo quiero ofrecerte lo mejor. No sé que vas a hacer, Señor, pero llegando al Altar tendré que estar despierta.”

Y así fue; meditaba y oraba encima del Altar, Oh, qué momentos tan maravillosos. Esto me sustentaba a lo largo de mi día, pero confieso que después del almuerzo, me daba un sueño… y me permitía dormir, sólo cuando ya no aguantaba más.

Mi día iba muy bien, y me sentía realizada con mi momento en particular con Dios.

En esa ápoca continuaba participando de los programas “Cosas de Mujer” con Fernanda Bezerra. Ella era la presentadora, el equipo de “Cosas de Mujer” era compuesto por 4 mujeres, hacíamos una reunión semanal sobre le tema que sería abordado el día que grabásemos.
Investigábamos asuntos, nos envolvíamos con el tema, los programas eran muy inteligentes y tenían una dirección hacia las mujeres.
Hablábamos de temas del día a día de la mujer, sin tocar en temas religiosos, lo que nos hacía desarrollar más nuestros razonamientos.
Salíamos literalmente lo que para nosotras era cotidiano par hacer algo totalmente diferente.

Recuerdo que mis insatisfacciones con mi participación las llevaba al Altar, para que Dios me ayudase y crease en mi algo que yo no era capaz.

Por causa del programa “Cosas de Mujer”, no invertía en el idioma inglés, porque tenía que aprender el portugués sin mezclarlo con el español.

Era una guerra, guerra dentro y fuera de mi, además de suplir mi papel de auxiliadora y de esposa de pastor.

Pero todo iba encajando, poco a poco me fui adaptando mejor al ritmo acelerado de Inglaterra. Y el trabajo de Dios en mi estaba tocando más en mi vida. El hecho de vivir dificultades, de empujarme a vivir una fe más inteligente; porque no tenía otra salida. Los sentimientos nunca ayudaron.

Y el hecho de llevar al Altar mi vida, diariamente, para que Él me condujese, era el secreto de estos pasos inteligentes en mi vida. El estar en el Altar, era vivir para servirlo, realmente independientemente de la posición. Era y es mi todo.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

1 comentário

  1. Que hermosas palabras . Guiada por el altar de Dios..

    Ver más