Volviendo al Pasado – 4ª Parte

Viviane Freitas

  • 21
  • Jul
  • 2015

Volviendo al Pasado – 4ª Parte

  • 21
  • Jul
  • 2015

Una vez, quien estaba responsable por nosotros, estaba enfadado con Julio, ya no me acuerdo cual fue la cuestión, pero recuerdo el caso en el cual yo tuve parte.

Vivíamos con mis padres y el responsable del país en aquella época en la misma casa, y noté que en algunos momentos, el responsable no nos dirigía ni siquiera una palabra, se quedó mudo, estaba muy enfadado.

Eso me estaba molestando, porque no sabía que estaba pasando, que error habíamos cometido para que nos ignorase de esa forma.

Bueno, pero ¿quién era yo? apenas una esposa de pastor, una sierva de Dios, y sabiendo que somos siervos, no tenemos derecho de cuestionar nada, sino de obedecer.

Julio me había orientado que no hablase con nadie, pero la situación me estaba molestando, vivir en la misma casa y no hablar, estaba agobiada, mi alma estaba atribulada, no sabía qué hacer.

Y todas las mañanas al levantarnos, mi madre con aquella linda sonrisa me decía: “¡Buen día hija!” Y me daba besos y abrazos, en aquel instante me dio un dolor en el alma, “Oh, soy tan amada, me gustaría tanto poder contar con mi madre en está agonía, pero no puedo.”

Mis ojos se llenaron de lágrimas, y cuando mi madre me miró a los ojos se dio cuenta inmediatamente de que algo no estaba bien, y me preguntó: “¿Qué pasa hija?” Le dije: “Oh madre, por favor no me preguntes eso, porque no puedo responder.” Y ella dijo: “Habla hija.” Yo respondí; “Julio no quiere que yo hable.” Y apareció mi padre, y me dijo: “¿Qué pasa? Ven aquí, di que está pasando, te estoy mandando, puedes hablar.”

Entonces me derramé en lágrimas y le conté la situación que estábamos viviendo con nuestro responsable, él me oyó y me orientó.

El Domingo por la noche, Julio recibió una llamada para comparecer en la sede, porque el Obispo quería hablar con nosotros, y Julio me miró y dijo: “¿Tú has dicho algo?” Respondí: “Yo lo dije; me preguntaron y yo lo dije.”

En realidad, yo estaba aliviada, lo más sagrado en mi vida no era enfrentar el problema delante de todos, sino defender mi alma que estaba afligida. Si yo no hubiese hablado, estaría con ese problema dentro de mi y no resolvería nada.

Aún con mi corazón “saltando” de miedo de lo que podría acontecer, yo fui, Julio enfadado por un lado, y yo, por otro lado aprensiva.

Llegamos a la sede, nos sentamos y expusimos todo el problema al obispo responsable, a mis padres y conversamos, todo quedó resuelto allí, aquel problema realmente murió.

Desde entonces entendí como resolver problemas, no guardando nada que me haga estar confusa, porque la confusión genera duda, miedo e inseguridad.

Entendí que tengo que exponer los problemas que no consigo resolver por mi misma: sea resolviéndolos, aprendiendo, arreglándolo, ya sea hablando o siendo disciplinada por mi hecho.

Una cosa está clara, no puedo quedarme con el corazón pesado en relación a nada, porque esto no me puede salvar, por lo contrario, me hace tener malos ojos, malos pensamientos e incluso nutre una idea del diablo dentro de mi cabeza.

Lo más sagrado que tengo es mi Salvación, no importa mi posición (esposa de pastor o de obispo), tengo que preservar mi salvación a cualquier coste, porque es esta la que me permite tener paz, una conciencia tranquila y fuerza, incluso para batallar.

Pero cuando está manchada, me quedo fragilizada, tengo dudas, miedo, inseguridades y el diablo hace la “fiesta” pisándome y humillándome.

Es mejor ser humilde y encarar, que huir u ocultar con orgullo y vivir un tormento dentro de si misma.

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13 comentários

  1. Hola Sra Viviane. cada día aprendo tantas cosas cuando leo sus artículos.
    usted si pasa esa agua de vida a todas las que leen sus artículos..
    no la conozco personalmente , pero es una madre Espiritual para mi.
    que Dios siga bendiciéndola grandemente a usted y toda su familia..
    mujer de Dios, sierva, humilde.. si sigo mencionando nunca terminaría.. jejejee
    un abrazo bien grande con mucho carino desde Nicaragua.

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  2. Es verdad señora a mi me passo que yo no fui humilde y sinsera para hablar lo que estaba pasando conmigo , me venia muchas tribulaciones y sufrimentos ,des del momento que yo no me desboje y fui sinsera com una esposa de pastor yo no me senti bien , despúes que yo hable com ella ,ella me oriento ,parece que de min salieron 500 kg de mi espalda y tudo fue resulto .

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  3. Gracias sra Viviane por sus orientaciones, es verdad es mejor enfrentar la situación cual fuera, sin tener miedo a las consecuencias y si mirando para el beneficio y bienestar de nuestra alma, estar tranquilas interiormente y con nuestra consciencia bien, gracias por que estas palabras, porque me ayudaron a no guardarme las cosas y si a resolverlas, que Dios a bendiga y a cada día la use mucho más.

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  4. Buenas noches Sra. Vivi
    Hay momentos que es bueno quedarnos calladas, pero en situaciones que esta en riesgo nuestra salvación, aunque no sepamos como hay que enfrentarnos a nostras mismas y hablar. He aprendido mucho a través de su experiencia muchas gracias por compartirla.
    Que dios la bendiga.

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  5. Muchas veces yo he sido así, me he callado y no he hablado cuando he tenido un problema, aún estando dentro de la iglesia por algunos años, no era capaz de contar al Pastor los problemas que me pasaban, porque crecí en una familia que me enseñaron a no contar nada de lo que pasa dentro de casa a nadie, y el callar me ha atormentado por mucho tiempo, así nunca podía solucionar mis problemas, hasta que en un Ayuno de Daniel, me ví en la necesidad de abrir la boca y gritar todo lo que me pasaba, para el Pastor, recuerdo tanto aquel día, llore tanto pero de alegría y alivio, y desde ahí, empecé a hacer lo que Pastor me oriento. Y hoy ya no me callo, hablo y tomo actitud, gracias a Dios.

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  6. Hola señora guste mucho. Es verdad lo que importa es la salvación, ya tuve miedo, dudas y el diablo hizo fiesta con migo, como usted comenta, me humille y lo encare. Y Dios tuvo misericordia de mi. Un gran abrazo señora, ansiosa por la parte 5..

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