“Libertad”

¿Cuántas personas están dejándose llevar por la moda, amigos, traumas del pasado, en fin, por lo que dicta la sociedad?

¡No son firmes en sus ideales! No son definidas.

No tienen planes ni metas que alcanzar, porque son llevadas por las circunstancias. Y lo peor, es que no las gusta aprender, porque quieren sentirse libres, prefieren ser llevadas donde es más fácil y aventurero.

Este tipo de personas no preservan ningún principio. Buscan satisfacer aquello que enseguida va a desaparecer y no traerá ninguna estabilidad y futuro.

¡Es triste esta realidad!

Cristianos, que aparentemente siguen a Jesús, pero se sienten tan libres en sus pensamientos, en sus amistades y etc. No se preocupan en considerar o preservar aquello que conquistaron con tanto sacrificio.

Parece que todo es permitido.
Ir detrás de la moda ¿por qué no? Dice ella. Hacer todo lo que los amigos le sugieren, ¿por qué no? Ir a discotecas o estar con personas que no producen nada, ¿por qué no? Ennoviar con un chico, ¿por qué no?

Ella tiene respuesta para todo. ¿Sabes por qué? Ella confía mucho en su corazón. Piensa que tiene el control de todo. Es autosuficiente. Y se siente bien así, porque eso le da una sensación de decidida y madura.

En realidad, ella lo que quiere es libertad. Libertad para ser y hacer lo que quiere, sin considerar lo que aquello puede traer para ella. No quiere pensar en lo que quiere efectuar ni quiere perder los placeres que aquello la proporciona.

Ser libre en sus placeres, es ser presa en su orgullo. Y a consecuencia de esto está insatisfecha, porque nada subsiste. Siempre falta algo. Piensa que está todo sobre su control, cuando en realidad está corriendo detrás del viento, por su insistencia en no querer evaluar y pensar.

Amiga, ¿Te has parado para pensar en las consecuencias de tu falta de consideración?