La vida de Jacob – 3º Día

La vida de Jacob – 3º Día

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Hola a todos. Es un placer muy grande estar aquí con vosotras diariamente y hablar sobre la vida de Jacob.

Estuve consultando el significado de la palabra “carácter” y percibí que también habla al respecto de vicios y manías. Nunca imaginé que incluyese estas características, pero, aquí, podemos verificar la profundidad del carácter humano. Te aconsejo que averigües.

3º Día – La reacción de Jacob

“… Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño. Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición. Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y vé y tráemelos”… Génesis 27:11-13

Jacob tuvo la oportunidad de decir ¡No!, pero, en lugar de hacerlo se preocupó con las circunstancias, en lo que pasaría si su padre descubriese el engaño. Se preocupó en no cargar la maldición, y no en actuar por la fe, según con lo que sería racional.

Y cuando me refiero a la fe, no lo hago con base a la religiosidad, ya que en aquella época, ni siquiera existía la biblia, pero él tenía el ejemplo de su abuelo Abraham.

Observa que la fe es algo racional y justo, pero él no fue justo con su padre. Aceptó el consejo de Rebeca, habiendo asumido ella cualquier maldición que sobreviniese, como fruto de aquella actitud. ¡Ni siquiera tenía respeto a su marido! Observa que falta de consideración.

Lo interesante es que cuando nos damos cuenta de nuestras actitudes, tampoco percibimos los detalles bíblicos. ¿Y sabes por qué? Porque para ti, ya se convirtió en una “historia”. Ya has leído sobre Jacob y, por eso, nunca hay una novedad. Cuando consideramos a Dios, nos preocupamos en los detalles, leemos cuidadosamente.

Rebeca no tuvo en cuenta ningún consejo que Isaac le dio Esaú. ¡Hizo exactamente todo lo contrario!

Así es si tu lees la biblia de cualquier manera, también está la falta de consideración con los valores inherentes a la palabra de Dios. Y a través de algo tan simple, esa falta de consideración no es apenas a los hombres, sino también hacia Dios.

Más allá de todo esto, Rebeca también generó otro problema, porque la relación entre ambos hijos, también fue afectada. Observa que ella también sufrió, pero su historia no se refiere en ningún momento, en que ella haya luchado con Dios. Era indiferente a su forma de ser.

Y muchas personas también son indiferentes a su manera de ser. Apenas los problemas de los demás les son nítidos, ¡pero no los suyos!

Por aquí, solo ha perdido, y terminan por convertirse en personas frustradas dentro de la iglesia. Conocen y oyen la verdad, y encima aconsejan a otros llevar una vida “normal” y a trabajar con la fe emotiva, en lugar de generar vida.

Medita en esto.

Un fuerte abrazo para ustedes y hasta mañana.

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