La vida de Jacob – 8º Día

Viviane Freitas

  • 2
  • Jul
  • 2013

La vida de Jacob – 8º Día

  • 2
  • Jul
  • 2013

Hola a todos. Estamos de vuelta. Es el 8º Día que hablamos sobre la vida de Jacob.


“Pero Isaac respondió, y dijo a Esaú: He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus parientes; y con grano y mosto lo he sustentado. En cuanto a ti ¿qué haré, pues, hijo mío? Y Esaú dijo a su padre: ¿No tienes más que una bendición, padre mío? Bendíceme, bendíceme también a mí, padre mío. Y Esaú alzó su voz y lloró. Entonces su padre Isaac respondió, y le dijo:
He aquí, lejos de la fertilidad de la tierra será tu morada, y lejos del rocío que baja del cielo.
Por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; mas acontecerá que cuando te impacientes, arrancarás su yugo de tu cerviz.”
(Gn. 27:37 – 40)

8º Día – Esaú: La oportunidad perdida.

Quién diría… Esaú hizo todo bien, pero llegó tarde, porque no lo hizo en el momento debido. No se dio cuenta, anteriormente, porque tenía a su hermano como el único “engañador”, acusándolo de traición, cuando él mismo por el hambre vendió el derecho de su primogenitura. Esto, Esaú no lo valoró y, como consecuencia, perdió su oportunidad.

¿Cuántos de nosotros perdimos oportunidades, cuando miramos para los errores ajenos? Esperamos que los demás cambien, cuando somos nosotros los que debemos hacerlo. Y la oportunidad pasa…

Me hizo recordar, que será exactamente como en el momento en que el Señor Jesús vuelva: “Y ahora… yo hice todo. Estaba como obrera, atendiendo, en la reunión. Daba mis ofrendas y diezmos. ¡¿Por qué?!”

Porque no te diste cuenta; no miraste hacia ti, sino apenas a lo que los otros deberían cambiar.

De hecho, Jacob no estaba haciendo las cosas bien, pero Esaú tampoco tenía credibilidad para apuntar el error de su hermano, porque también se había equivocado.

Muchas veces, eso es lo que ocurre: La persona se siente fuerte para acusar al otro, pero no tiene la misma fuerza para encarar su propio error. Y esto es un problema, porque mientras miras a los demás, no alcanzarás un cambio. Esto solo ocurrirá cuando sientas dolor.

Y es el Espíritu Santo quien revela nuestra condición. Esto no ocurre “a la fuerza”, o basándose en actitudes ajenas: Hacer porque los demás hacen, y participar porque sería “incomodo” no hacerlo.

Quiere decir, que actúas para mostrarte para los demás, pero no reconoces tus propios fallos. Entonces, pierdes tu oportunidad. Y cuando llega la hora de buscar resultados en aquello en que has invertido, no los encontrarás, porque has hecho algo engañoso, irreal, que no muestra una entrega sincera y verdadera.

Si estás participando de la campaña “¡Ahora me toca a mi!”; “¡Me cansé de mi yo!”, da un BASTA a tanto engaño e ilusión. Reconoce tu estado, para que, entonces, no pase tu oportunidad.

Nos encontramos mañana, continuando con la vida de Jacob.

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5 comentários

  1. Quantas vezes eu vivo engando-me a mim mesma, sem me aperceber?
    E a vida fica travada, não anda e eu deito as culpas para os outros ou para as ciscunstâncias, sem reconhecer que o problema está dentro de mim. Que sou eu a única pessoa que o pode resolver.
    Mas quando há essa vontade sincera em mudar os meus erros, esmagar o meu orgulho, esmagar os meus sentimentos, aí eu parto para o sacrifício, pois só no sacrificio eu encontro forças para essa mudança.

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  2. Yo estoy en ese grupo, siempre queriendo corregir y no corrigiéndome a mi misma.

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  3. Cuando no queremos reconocer lo malo de nuestro interior hacemos todo para agradar a los demas ,haciendo todo, creyendo que asi que vamos a conquistar las bendiciones que Dios tiene para nosotras ,cuando con el tiempo no acontece nada empezamos a poner culpa a los demas y a mirar con malos ojos,mas Dios siempre nos da la oportunidad de cambiar ver nuestro interior que es donde esta el problema , mas solo cabe en mi reconocer y cambiar.
    Solo en el sacrificio hay la solucion no solo lo material sino tambien nuestro yo .

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  4. La sinceridad es una de las cosas más importantes a la hora de sacrificar; pero también la humildad hace parte del sacrificio, y por encima de todo hacer las cosas para Dios no para que te vea el hombre. Es lo que yo pienso por mi propia experiencia.

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  5. muy fuerte señora ,este mensaje me toco mucho ,es increible como muchas veces yo misma me estoy engañando ,ya estoy cansada yo quiero cambiar mi identidad …muchas gracias es muy fuerte acada dia escuchar como fue en realidad la vida de jacob y los d sus familiares.

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