LA VERDAD – Episodio 97 : La verdad del pedido y el orgullo
- 21
- Jun
- 2023
El ser humano, por su naturaleza, resiste a muchas verdades. Porque la verdad señala a la justicia, aunque sea contrario a la voluntad del ser humano. Y hay aquellos que cuando reciben la verdad, resisten por un tiempo, pero no todo el tiempo, y después reconocen sus fallos y permiten la acción de Dios.
Bueno, hablamos de los seres humanos, pero ¿y Dios? ¿Él resiste a alguien? Cuando la persona pasa por alguna dificultad, tribulación o pérdida, existe una gran necesidad de ella ser atendida en aquel momento, y es justamente ahí donde vemos la acción de quien es quien.
Muchos están vestidos por el lado de afuera como alguien que sirve a Dios, pero en esos momentos de tribulación viene la propuesta de querer imponer su propia voluntad delante del dolor que están viviendo, y ahí actúan como nunca imaginaron: hablando contra la autoridad de Dios, teniendo malos ojos con el prójimo, cuestionando a Dios por lo que está viviendo…
Y en lo particular de su alma, la persona conversa consigo misma. Ella puede oír lo que sea por el lado de fuera, pero no lo recibe, porque tiene su propia creencia. Y aquello que piensa es la idea que alimenta, es hacia donde va, para donde camina, y aquello que escoge creer.
Aunque oiga la Palabra de Dios, la misma está fuera.
Vea lo que dice la Biblia:
“ Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos, para gastarlo en sus placeres.” Santiago 4:3
¿Existe un pedido que puedo hacer mal? ¡Si! Cuando ese pedido es para apenas mi voluntad, y no lo que es correcto, justo, fiel…
Cuando se inclina a su propia voluntad, independientemente de la justicia, usted pide lo malo, quiere el mal. Y es por eso que la Biblia dice:
“ Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” Santiago 4:4
¡Es exactamente eso lo que pasa!
Cuando no acepta la Palabra de Dios existe un motivo. Y ¿qué motivo? Es lo que ha alimentado en su cabeza, en su mente, es de aquello de lo que es amigo. ¿Es amigo de la infidelidad? ¿Es amigo de la persona que no cumple su palabra delante de Dios? ¿Es amigo de la persona que miente? No ve ningún problema en la persona decir para Dios muchas cosas, incluso enseñar sobre aquello, pero en realidad ser otra persona. ¿Es amigo de esa persona?
La amistad de este mundo es enemistad contra Dios.
¡Y esto puede pasar con cualquier persona! Puede ser una persona que predica la Palabra, puede ser una persona que evangeliza, puede ser cualquier persona en la condición que esté, pero si quiere ser amiga del mundo, es decir, si quiere estar con lo que es malo, se constituye enemigo de Dios.
Y quien hace esto oyendo la verdad, sabiendo sobre la justicia, adultera con lo que dice para Dios en particular.
Muchas personas dicen palabras para Dios, dicen muchas cosas bonitas para Dios: “Quiero servirte donde sea que el Señor me envíe…” pero cuando vienen las situaciones, las pruebas, ellas quieren imponer su propia voluntad.
Es muy serio lo que nuestro comportamiento dice sobre nosotros, delante de aquello que escogemos vivir. Y es tan serio que esto implica una decisión hacia donde va.
Sepa que la elección de servir es en base de lo que cree. Y lo que escoge servir dictará quién es el Señor de su vida.
La Biblia dice lo siguiente:
“ ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?” Santiago 4:5
Es decir, usted ha sido cuidado por la Palabra de Dios, no es neófito, ha tenido la oportunidad de leer, meditar, ser enseñado, existe una iglesia que cuida, que enseña, que orienta, pero usted niega todo aquello que Dios le ha hablado.
¿No ve el celo del propio Dios en cuidar de su alma?
¡Dios tiene celo! Vea que antes Él da mayor gracia, es decir, el celo que tiene es porque la persona no valora la verdad, la justicia, lo correcto, lo que es puro.
Dios da Su gracia, es decir, da oportunidad, da tiempo, pero escuche lo que le estoy diciendo:
“ Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.” Santiago 4:6
Dios no tolera su orgullo.
Cuando tiene pérdidas, cuando tiene dolores, tribulaciones, es ahí donde revela sobre sí mismo, sobre lo que está dentro de usted.
¿Sabe?, yo pasé por una pérdida muy grande, recuerdo que en aquella época estaba muy alterada. Mi espíritu estaba alterado. Estaba indignada, malcriada con Dios. Pero como dice aquí la Biblia; “Dios da mayor gracia”, y ¿qué es esa mayor gracia? ¡Es el tiempo! Tiempo para evaluar, razonar, para no ceder a mis emociones, para que yo me vea.
Ahora, imagine, aún delante de las señales, de los conflictos, ¿no usar mi mente basada en la justicia, en lo que es correcto? Ah, si no la uso es porque no quiero la verdad, porque soy orgullosa.
Pero, gracias a Dios, en aquella época, Dios me quebró y Él me ha quebrado a lo largo de la vida, según las cosas que Él me ha hecho ver sobre mi.
Y usted que conoce la verdad, habla de la verdad, es un obrero, una obrera, tal vez un pastor, una esposa de pastor, pero en realidad, la Palabra de Dios nunca llega hasta usted, entonces ¿qué dice esto sobre usted? ¿no es orgullo? ¿todo lo que vive es perfecto? ¡No!
Usted no es un ángel, ni yo. Somos fallos, pecadores. Existe aquel pecador que peca sabiendo lo que hace, y existe aquel pecador que es inconsciente de lo que está haciendo.
La gracia de Dios es dar tiempo, pero Él no va a dar gracia a los soberbios. Él resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
Todo el mundo piensa así: “El amor de Dios es así… Él da gracia. Puede pecar lo que quiera, que Dios es misericordioso y va a perdonarle…” ¡No! Si está errando, deliberadamente, es consciente de que está errando.
Sabe la verdad, tiene la opción de corregirse y no quiere corregirse. Quiere escoger el lado malo, quiere ser amigo del mal, defiende la mentira, la injusticia, entonces ¿qué es usted? Soberbio, orgulloso.
Pero cuando dice así: “No, no voy a defender lo malo, aunque me guste esa persona, yo amo a esa persona, pero ella está compactando con la mentira, con la falta de temor hacia Dios, no fue fiel a Dios en su palabra, entonces, no me voy a aliar a esa persona, voy a perder, voy a sentir dolor, pero me voy a aliar a Dios”. ¡Estos si son amigos de Dios!
¿Usted ha sido amigo de Dios?