LA VERDAD – Episodio 93 : La verdad da beneficios eternos
- 14
- Jun
- 2023
La verdad tiene un coste, es decir, requiere sacrificios. Sin embargo, sus beneficios son eternos.
El Señor Jesús enseñó a Sus discípulos sobre Su obra, que ellos deberían depender de Dios, y no de las cosas de este mundo, ni de las suyas. Y enseñó esto en la práctica.
“Entonces llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos;
y les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto;
sino calzados con sandalias. No llevéis dos túnicas.” Marcos 6:7-9
Es decir, el Señor Jesús les dio autoridad para hacer la obra de Él, pero deberían depender de Dios completamente.
Pero, ¿qué sería de ellos en el camino?
Si no llevarían comida ni dinero, ¿cómo sobrevivirían delante de las situaciones? ¿Cómo sería viajar, andar kilómetros de distancia para hacer algo que Jesús había pedido sin dinero, sin dos pares de zapatos, sin dos túnicas, sin comida, sin bolso para guardar el dinero, solamente con un cayado?
El Señor quería, y hasta hoy quiere que Sus discípulos aprendan a vivir en la total dependencia de Dios, es decir, en la obediencia.
Cuando tiene su garantía, cuando reserva algo, confía en aquella reserva. Pero, ¡cuándo no tiene reservas, obedece al llamado del Señor y va en el desafío!
Así como pasó con los discípulos que por primera vez saldrían de cerca del Señor Jesús para anunciar las buenas nuevas, porque Jesús los envió de dos en dos, y les dio autoridad y poder sobre los espíritus inmundos. Pero para tener esta autoridad tenían que renunciar a su humanidad, su preocupación.
Y Jesús les dijo así:
“Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí.
Y en cualquier lugar que no os reciban ni os escuchen, al salir de allí, sacudid el polvo de la planta de vuestros pies en testimonio contra ellos.” Marcos 6:10,11
“En verdad les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad.” Mateo 10:15
Los discípulos que estaban negando sus propias vidas, viviendo en la dependencia del Señor Jesús, en la obediencia a lo que el Señor Jesús dijo, tendrían autoridad por la obediencia. Cuando obedecemos a Dios, tenemos autoridad.
Y observe aquí, la fuerza y la autoridad que sucedería cuando ellos llegasen a aquella casa, a aquella familia, a aquellas personas, porque si aquellas personas no recibiesen la Palabra, el Evangelio, la Verdad, no los oyesen, ¿qué debían hacer los discípulos? sacudir el polvo que estaba debajo de sus pies, para servir de testimonio contra aquellas personas que no recibieron, no oyeron, no aceptaron la verdad, la enseñanza, la liberación.
Y esta fuerza y juicio acompañaban a todos los que son obedientes a la Palabra de Dios, que Lo sirven y que dependen de Él, esto es porque obedecen, no sólo en la teoría o de palabra, sino en la práctica. Ellos practican aquello que les fue enseñado.
“Saliendo los doce, predicaban que todos se arrepintieran.
echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.”
Marcos 6:12,13
El Señor Jesús nos da la capacidad de tener esa autoridad, cuando obedecemos y practicamos esa dependencia de Dios.
¿Usted tiene esta disposición de dejar sus reservas, su miedo, su preocupación, para estar en la dependencia de apenas obedecer la Palabra que recibió del Propio Dios?
Pues si, cada uno de nosotros debemos mirar a nosotros mismos y observar qué hemos hecho con lo que Dios nos ha enseñado. ¿Hemos obedecido, dependido de Él o estamos dependiendo de las cosas y personas que este mundo ofrece?