LA VERDAD – Episodio 91 : La verdad sobre la traición de la fe
- 12
- Jun
- 2023
¿Qué decir de una traición? Deslealtad, falsedad, hipocresía, fingimiento, infidelidad, adulterio, emboscada, trampa, engaño… es muy doloroso ser traicionado. Muy doloroso. Jesús fue traicionado por uno de Sus discípulos que Lo entregó.
Vamos a saber cómo Jesús lidió con la traición, con algo que ya estaba determinado que sucedería.
“Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, Judas, uno de los doce, llegó acompañado de una gran multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle.
Y enseguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Rabí! Y le besó.
Y Jesús le dijo: Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
Y sucedió que uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.” Mateo 26:47-51
No es fácil ser traicionado por una persona que decía ser su amigo, que luchaba sus luchas, que hacía todo lo que usted hacía. Y menos cuando nunca imaginamos que esa persona haría eso.
En este caso, Judas ya estaba predestinado a traicionar. Y ¿por qué? Porque, en realidad Judas nunca fue sincero, estaba como discípulo del Señor Jesús, pero no era sincero. Hacía todo lo que los otros discípulos hacían, e incluso salía “bien”, pero dentro de él, en su mente, en su comportamiento y deseo, no seguía a Jesús, Judas seguía sus pensamientos, su opinión y no aceptaba la orientación que Jesús le daba, incluso estando allí.
Por eso, es importante evaluar cómo es usted, quién es, por su comportamiento, por sus pensamientos, por todo lo que ha sucedido en su vida ya existen señales que prueban quién es, si acepta la verdad o si es uno de esos que van a traicionar.
Pero, hay una oportunidad, y esa oportunidad está delante de usted ahora. Si asume la condición de quién es usted, tendrá la oportunidad de cambiar, de nacer de nuevo.
Sin embargo, una persona que tiene esas características no es nacida de Dios, no es hija de Dios, pero tiene apariencia de hija de Dios, porque hace las mismas cosas que los hijos de Dios hacen, pero en su interior alimenta sus motivos, sus razones y sus escusas.
Es muy difícil lidiar con la traición. Y la traición es algo que ha actuado de manera fingida, engañosa, haciendo escenas aparentando que todo está bien, pero no es así. Y así muchas personas tratan con su fe, en su vida con Dios, actúan como si estuviese todo bien, pero en el fondo no está nada bien. Aceptan sus pensamientos, sus opiniones, su manera de ser, imponiendo su voluntad, independientemente de la justicia.
El Señor Jesús fue entregado, pero como lidió con la traición fue muy interesante:
“ Y Jesús le dijo: Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
Y sucedió que uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.” Mateo 26:50,51
Observe que, en realidad, la primera reacción de los que creen en Jesús, de los que aman a Jesús es recompensar aquel dolor con una defensa. Y uno de los discípulos que el Señor Jesús tenía, que era Pedro, tomó la espada e hirió la oreja del siervo del sumo sacerdote, pero Jesús le llamó la atención:
“Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán.
¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?” Mateo 26:52,53
Es decir, el Señor Jesús sabía que Él tendría que pasar por aquello, que sería entregado a los principales sacerdotes, que eran los religiosos de aquella época, que odiaban a Jesús, porque hablaba la verdad.
Pero Jesús dejó muy claro a Sus discípulos que, aún siendo llevado, siendo expuesto a una situación incómoda y triste, Él tenía a Su Padre como Su defensor, sin embargo, Su Padre no Lo defendía en aquel momento porque hacía parte de lo que el Señor Jesús iba a pasar.
Es lo que Él dijo:
“Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras que dicen que así debe suceder?” Mateo 26:54
Nosotros que servimos a Dios de forma sincera, tendremos personas cercanas que no andan de forma sincera. Personas que dicen ser de Dios, cuando en realidad aman al dinero, tienen sus proyectos personales, quieren tener su vida pautada en su voluntad. No quieren someterse al desafío que es hacer la voluntad de Dios.
Porque si hace la voluntad de Dios, en realidad, está en un desafío y no puede proyectar nada para si mismo el día de mañana. Tiene que quedarse en la dependencia de Dios.
Como, por ejemplo, aquí el Señor Jesús vino con una misión, y aquella misión estaba allí para cumplirse, pero cómo sucedería con aquellos que son de Dios. Así como los religiosos que se decían ser de Dios, y estaban allí prendiendo al Señor Jesús.
“En aquel momento Jesús dijo a la muchedumbre: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme? Cada día solía sentarme en el templo para enseñar, y no me prendisteis. Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron.” Mateo 26:55,56
Si… ¡el precio es muy alto!
Y aquellos discípulos que se sentían seguros con el Señor Jesús, ahora temieron y huyeron.
Huyeron porque ellos también estaban en una situación delicada, por ser seguidores del Señor Jesús, ¿no es verdad?
Ellos no se quedaron con Jesús todo el tiempo, y esto pasó porque no eran bautizados con el Espíritu Santo.
¡Jesús tuvo que enfrentarse sólo!
Y esta es la verdad: lo que la fe nos pide, tenemos que hacerlo a solas.
No sirve de nada depender de nadie, sino de nuestra creencia en Dios.
Si tenemos una misión aquí en la tierra para servir a Dios, y vamos a ser odiados por causa de esto, entonces tendremos que pagar un alto precio.
¿Y usted? ¿Cuál ha sido la calidad de su fe?
¿Abandonaría al Señor Jesús? ¿O asumiría al Señor Jesús delante de las muchas adversidades?