LA VERDAD – Episodio 90: La verdad tiene un precio alto

LA VERDAD – Episodio 90 : La verdad tiene un precio alto

La verdad tiene su precio. Está claro que, si tiene un precio alto, hay dolor, sacrificio, perseverancia, hay lucha…

El Propio Creador de los cielos y de la tierra pasó por luchas, mientras que estuvo como ser humano, el Señor Jesús.

Entonces Jesús llegó con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro.”  Mateo 26:36

Imagine, si el Propio Creador de los cielos y de la tierra fue a orar, fue a hablar con el Padre, entonces existe la necesidad del ser humano hablar con el Padre, con Dios.

Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.” Mateo 26:37

A veces, las personas no entienden que la verdad tiene un precio alto. Existe una verdad, una sola verdad, y el Señor Jesús Se entristeció y empezó a angustiarse mucho.

A veces, el cristiano piensa que la fe tiene que ser solo de alegrías, de conquistas, que tiene que estar todo bien, según su punto de vista.

Por ejemplo, aquí en el caso del Señor Jesús, Él curó, liberó a personas, salvó, enseñó, orientó a Sus discípulos, vivió la fe, no tenía dónde reposar, estuvo sacrificando en la obra, pero llegó un momento en que Él tendría que ir a la cruz.

Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Mateo 26:38,39

¡Observe la lucha que la fe exige! La fe, la verdad no es un camino de flores, el camino que tiene que seguir es la Palabra de Dios, cumplir su misión, la misión que la fe demanda de usted.

Aquí, el Señor Jesús se preparaba para pasar por la cruz, dónde Él se separaría del Padre, por llevar todas las iniquidades y pecados de aquellos que Lo asumirían. Y, obviamente, esta separación entre el Señor Jesús y el Padre dolía mucho, allí el Señor Jesús estaría solo, Él y Su misión.

Vino entonces a los discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo? Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” Mateo 26:40, 41

Entonces, el Señor Jesús quería que Pedro, Juan y Santiago vigilasen, que también orasen porque también serían tentados. Tendrían sus luchas, pero obviamente que no entendían lo que iban a pasar.

Nuestra carne quiere sentirse cómoda, segura, quiere un amparo, pero el espíritu es el entendimiento, la razón, es lo qué tengo que hacer. El espíritu muestra mi papel, me muestra: “tengo que hacer esto”. Pero la carne, mi voluntad, es débil.

Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” Mateo 26:42

Tal vez no esté delante de una lucha enorme, pero está delante de situaciones en que su carne quiere prevalecer, quiere imponer su voluntad, quiere relajarse, que las cosas fluyan sin tener que usar la fe.

El Señor Jesús no encontró en Pedro, no encontró en Juan ni en Santiago aquel momento en que ellos velasen con el Señor Jesús. Pero, aún así, el Señor Jesús no los acusó. Jesús enseñó diciendo:

Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.

Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” Mateo 26:41,42

¡Mire que lindo! En la oración, en esa comunicación con Dios, existe un vínculo, existe transparencia y también un objetivo.

Muchas personas a la hora de la oración, apenas quieren los beneficios, es decir, el cumplimiento de promesas. Y no quieren verse a ellas obedeciendo a la Verdad, a la Palabra de Dios.

Por eso el Señor Jesús dijo así: “… si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase Tu voluntad.” Mateo 26:42

En otras palabras: “No he venido a hablar con Dios para imponer Mi voluntad. Quiere quiero que el Señor haga Su voluntad. Por más que duela el sacrificio que tengo que hacer. ¡Estoy aquí para cumplir!”

Es muy importante observar lo que hablamos con Dios. Porque, a veces, las personas expresan a Dios todos sus deseos, pero en el momento no miran a su misión, al objetivo, a la voluntad de Dios.

Y observe bien lo que pasó:

Vino otra vez Jesús y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño.

Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.Mateo 26:43,44

Imagínese… cuando ora y no tiene ningún respaldo, no hay otras personas orando, vigilando, usando la fe como usted… ¿se va a desanimar? ¡No!

La prueba de que el Señor Jesús sabía que estaba solo en Su lucha, y que sabía lo que iba a suceder es porque Él volvió a orar. Independientemente si Sus discípulos estuviesen vigilando o no.

Entonces vino a los discípulos y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.

¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.” Mateo 26:45,46

El Señor Jesús habló con el Padre, oró para que la voluntad del Padre fuese hecha y no la de Él, y habló con Sus discípulos: “Ahora ha llegado la hora en que Yo seré entregado a los pecadores. ¿Vamos? ¿nos levantamos? ¿Vamos a aquello que tengo que cumplir, vamos a Mi misión?”

Esto es lo que muchas personas no observan: el testimonio de Dios, del Señor Jesús.

¿Usted está preparado? Usted ora, ora, ora y, en realidad, en el fondo, está diciendo: “No quiero pagar el alto precio que la verdad demanda de mi, que la fe demanda de mi, no quiero, voy a quedarme aquí prostrado, llorando, excluyéndome…”

Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.”

Bueno, ahora, ¿qué va a hacer con su fe?

¿Va a rendirse a la frustración o va a enfrentar el precio de la fe?

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1 comentário

    Buen día gracias estoy en medio de una lucha, y es muy fuerte la realidad , tengo q enfrentar el precio de mi Fé ,tengo la certeza q dios es conmigo… bendiciones..

    Ver más