LA VERDAD – Episodio 70: La verdad sobre las ofensas

LA VERDAD – Episodio 70 : La verdad sobre las ofensas

Errar es humano. Sin embargo, todos los errores tienen consecuencias. “Pecar” es “fallar en el objetivo”. Por eso, debemos cuidar nuestra alma.

“¡Ay del mundo por sus piedras de escándalos! Porque es inevitable que vengan piedras de tropiezo; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el escándalo!” (Mateo 18:7).

La Biblia, dice “escándalo”, pero esto quiere decir “ofensa”, que es “afronta”, “ataque”, “falta”, “abuso”.

Nuestros errores causan consecuencias en otras personas. Por eso, la Biblia dice:  “(…) ¡ay de aquel hombre por quien viene el escándalo! Por tanto, si tu mano o tu pie te hacen caer, córtalos y échalos de ti (…)” (Mateo 18:7,8).

Me quedé pensando: la mano y el pie se dirigen. La mano agarra, toca. El pie camina para aquel lugar, para aquel acto.

La Biblia está diciendo que tiene que cortar la actitud del error. Que tiene que ser decidido. Dios no corta el mal. Es usted quién toca en lugares indebidos, hace cosas indebidas, anda por lugares indebidos. Y, en el fondo, le gusta.

¿Cuántas personas son perjudicadas por causa de esta actitud errada? ¿Cuántas personas se escandalizaron con su error?

El pecado va mucho más allá. Interfiere en muchas vidas.

El placer que siente es temporal. Pero es un tormento para la vida eterna.

Y si tu ojo te hace caer, sácalo y échalo de ti; porque mejor te es entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado en el fuego del infierno.” (Mateo 18:9).

Dice así: “aquello que veo es mejor que lo que tengo. Quiero eso”.

¿Se imagina vivir después de la muerte en el fuego del infierno? No va a tener descanso. No va a poder arrepentirse, cambiar de vida.

Mirad que no tengáis en poco a uno de estos pequeñitos; porque os digo que sus ángeles en el cielo ven siempre la faz de mi Padre que está en el cielo.” (Mateo 18:10).

Muchas personas desprecian a aquellos que están en el error. Tienen ojos condenatorios. Pero tenga cuidado, porque todos estamos aptos para caer. Pero, existen aquellos que cortan y aquellos que aceptan sus placeres. ¿Quién escoge ser?

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*