LA VERDAD – Episodio 22 : ¿Quién permanecerá en la presencia de Dios?
- 12
- Feb
- 2023
¿Qué está pasando con usted? ¿Ya habló con Dios hoy? ¿Derramó su alma? Bueno, vamos a saber aquí lo que el salmista habla para Dios, porque él también estaba agobiado:
“A ti, oh Señor, elevo mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se regocijen sobre mí mis enemigos.” Salmos 25:1,2
Estos enemigos pueden ser cualquier cosa, puede ser usted mismo, su propia voluntad de querer las cosas a su manera. Quizá, su enemigo es un problema en la familia, y vive intercediendo y preocupándose.
Pero así no va a tener aliento para sobrevivir en los días malos, porque independientemente de su familia, de su trabajo, de lo que hace, los días malos vienen, y si está intentando resolver una cuestión exterior o de otra persona, no está cuidando de lo que está dentro de sí.
“Ciertamente ninguno de los que esperan en ti será avergonzado; sean avergonzados los que sin causa se rebelan. Señor, muéstrame tus caminos, y enséñame tus sendas.” Salmos 25:4
Por eso es tan importante que hablemos con Dios y observemos nuestro día a día. Porque cuando observamos, vemos que hemos escogidos ciertos caminos.
“Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día.” Salmos 25:5
Es decir, a mi manera no es la verdad, ¡puedo ver que no es la verdad!
Siempre que habla con Dios, especialmente cuando lucha al hablar con Él, insiste en su objetivo.
Y observe, el objetivo principal que nos hará bien, es cuando miramos a Dios. Lo bueno es cuando defiende su fe dando prioridad a Dios. Y cuando da prioridad a Dios, usted clama, insiste, persevera en esta oración, es decir, ¡defiende lo principal! Esto es lo que es importante hacer cuando habla con Dios.
Vamos a resolver esta cuestión y aprender a hacer la oración correcta, que es enfocarse en lo más importante, ¿está bien?