LA VERDAD – Episodio 101 : ¿Por qué pide una señal después de tantas señales?
- 27
- Jun
- 2023
¿De qué forma ve a Dios?
Bueno, voy a contarle algo que sucedió, que está escrito en la Biblia, para que lo verifique en su propia vida:
“En aquellos días, siendo tan grande la multitud, y no teniendo qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
Tengo compasión de la multitud, porque son ya tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos.
Y sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?
Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete.
Entonces mandó a la multitud que se sentase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la multitud.”
Marcos 8:1-6
Bueno, antes de continuar quiero que observe lo siguiente:
Primeramente, el Señor Jesús se preocupó por aquella multitud que vino hasta Él. Esas personas vinieron en la fe, apenas con el objetivo de ir hasta Jesús. Y si ellas volviesen para casa, no tendrían estructura, algunas vinieron de lejos, y desfallecerían en el camino.
Observe, el Señor Jesús podría dar el sustento cuando llegasen hasta sus casas, sin que sea necesario hacer cualquier milagro delante de nadie. ¿No es verdad? Pero al Señor Jesús le importaban, y Él mostró a los discípulos que Le importaban aquellas personas que vinieron hasta Él.
El Señor Jesús nos ve y sabe lo que está pasando en nuestro camino. A veces, estamos yendo hasta Jesús y no tenemos estructura para volver a casa, pero el Señor Jesús nos toma para Si, cuando usamos la fe.
Cuando estas personas salieron de casa para encontrar al Señor Jesús, se basaron en mirar a Jesús, y no pensaron en las circunstancias.
Observe que los discípulos, en aquella época no eran bautizados con el Espíritu Santo, y fueron indiferentes, no les importó aquella situación del pueblo. Como dijeron: “¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto? Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete. Entonces mandó a la multitud que se sentase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, …”
Esto es muy interesante para mi…
¿Sabe cuántas veces piensa en lo poco tiene, y murmura? Y murmura contra Dios, murmura contra la situación, contra los familiares, contra las personas, pero el Señor Jesús no hizo eso.
Él tenía allí una multitud, en una situación en que algunos iban a desfallecer volviendo para casa, pero Él tomó aquello como Su responsabilidad. Y con aquello que Él tenía dio gracias.
¡Qué testimonio! Él dio gracias a Dios, tomó lo que tenía y dio a aquellas personas.
“ Tenían también unos pocos pececillos: y los bendijo, y mandó que también los pusiesen delante. Y comieron, y se hartaron: y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete espuertas. Y eran los que comieron, como cuatro mil: y los despidió.” Marcos 8:7-9
¿Se imagina esto? ¿Estar en una situación en que, a su ver, no hay posibilidad de sustentar, pero aún así, da gracias a Dios y no murmura, y que lo poquito se multiplique? Es decir, cuando nos importa, aquel poquito se multiplica.
Muchas veces cometemos tantos errores cuando miramos a las circunstancias. Si nosotros, al menos, mirásemos a nuestro objetivo, no murmuraríamos. Si mirásemos a Jesús, en realidad, no murmuraríamos, sino que manifestaríamos la fe.
Pero, en este mundo, lo normal es vivir de forma natural, y no es esto lo que queremos en este Ayuno de Daniel. Queremos entender cómo usar esta fe, estando alertas, vigilando, para no cometer los mismos errores, y glorificar así a Dios a través de nuestra vida.
Porque con esas actitudes, vemos que, en lugar de santificar el Nombre del Señor Jesús, Lo avergonzamos.
Por eso, observen:
“ Y luego entrando en el barco con sus discípulos, vino a las partes de Dalmanutha. Y vinieron los Fariseos, y comenzaron a altercar con él, pidiéndole señal del cielo, tentándole.” Marcos 8:10,11
Delante de tantas señales que Dios nos ha dado a todos, quizá, llega para tentar a Dios, para provocar a Dios. Así no usa fe, en realidad, está pidiendo una señal por causa de la incredulidad.
Muchas personas son incrédulas, porque así lo escogieron. Escogieron mirar con malos ojos. No escogieron creer. No escogieron ser humildes. Porque es una opción, es una elección.
Y todo depende de nuestros ojos, de nuestra mente, de lo que alimentamos.
Observe lo que Jesús dijo:
“ Y gimiendo en su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.” Marcos 8:12
Es decir, para usted que es incrédulo, usted que tiene malos ojos, aún delante de tantas evidencias del Propio Dios en su vida, esto pasa porque hay algo errado dentro de usted. ¿Qué será?
Quizá las cosas tienen que ser siempre a su manera, hay envidia, orgullo, vanidad… bueno, solo usted puede examinar y percibir eso.
Siendo así, tenemos que estar atentos y observarnos, para que así podamos corregirnos y actuar.
La fe pura no tiene nada de incredulidad, malos ojos, murmuraciones.
Y si tiene fe, puede usarla, ¡solo depende de usted!