Joven, ¿qué árbol has sido?

¿El que da frutos o el infructífero?
¡¿Quién has sido?!

Nadie sabe, nadie ve, pero tú sabes, Dios, y el diablo también.

Te intentas esconder, intentas engañarte, haces lo que los otros hacen, estás siempre involucrado en todo, estás “infiltrado” en medio de otros jóvenes.

Vienes a Fuerza Joven, participas en las actividades, quién sabe, eres obrero(a) o líder.

Pero no es más que emoción, “paja”, porque a la hora de que aparezcan los frutos, no aparecen. ¡Te esfuerzas, “te exprimes” todo, pero nada!

Entonces piensas: «Yo hice, Dios sabe lo que yo hice”

Y por el hecho de estar siempre involucrado en todo, no consigues ver la gravedad de la situación en la que está tu vida espiritual.

La palabra de Dios dice: «La fe sin obras es muerta.»

Entonces para, analiza, mira a tu alrededor y percibe… ¿Dónde están los frutos? ¿El resultado de todo lo que ya has hecho?

Y quién sabe, dices: “ Ruth, yo sé lo que he hecho…”

¡Si! Realmente, dices la verdad – has hecho – este es tu problema: El hacer y no ser.

¡Tú no eres! Dentro de ti no hay fuego, y, por eso, no obtienes resultados.

Y no has podido verlo porque estás ocupado(a) con muchos quehaceres y, por consiguiente, tu vida espiritual está yendo de mal en peor.

Entonces joven, ¡Levanta! Despierta, para que esta Hoguera Santa no sea una más, sino que sirva para transformar tu vida; ¡tu interior!

No sólo participes, sino vive el espíritu de la Hoguera Santa. Si no habías conseguido despertar aún; sino conseguías ver, que este mensaje te ayude.

Pide a Dios con todas tus fuerzas y sinceridad, no aceptes continuar de la forma que estás.

Da un basta a esta acomodación, da un grito de indignación como hizo Josué, sube y posee lo que es tuyo por derecho.

Pero ahora no te quedes pensando que sólo el hecho de poner tu sacrificio en el Altar es suficiente.

¡No! Después de que las murallas caigan, ¡tienes que poseer! Esto significa que la lucha continúa, y que no puedes cruzar los brazos y esperar que caiga del cielo.

¿Está determinado?

Me quedo esperando tu testimonio.

Un abrazo, y hasta el próximo post.