Familia : «Hablar con la pared»
- 4
- May
- 2015
Esta expresión se usa para identificar, de forma simple, cuando alguien está hablando y los oyentes hacen poco caso, sea cual sea el asunto o la situación.
Es como en un avión, en el momento en que la azafata de abordo o el video explican las principales normas de seguridad, nos damos cuenta que algunos pasajeros están entretenidos con sus móviles, ipads, leyendo revistas o incluso conversando. Ignoran por completo las reglas de seguridad (la azafata está hablando con la pared).
Algunos ya escucharon esas normas más de una vez, otros no están interesados en ocupar algunos minutos de su tiempo en algo que supuestamente no los entretiene. Pero a pesar de que algunos pasajeros están distraídos, en todos los vuelos, 365 días por año, son explicadas las mismas normas, de forma consecutiva.
Así sucede en casa, cuando los padres hablan y tantas veces los hijos adolescentes o mayores, fingen que “oyen» y de forma despreciativa y desafiadora, vuelven la espalda, ignorando lo que les están diciendo.
Aquí yo pude encontrar dos lecciones preciosas, que podemos llevar a nuestra realidad:
Independientemente de las reacciones o de la atención de las demás personas, debemos cumplir nuestro papel: Como padres, madres, educadores, esposas de pastor, obreras, miembros o cristianos. Aunque parezca que son pocos los que nos oyen y que a veces estamos clamando para el “viento”.
«…Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha[a] paciencia e instrucción.» ( 2 Timoteo 4:2)
– En algún momento, para el oyente, aquello va a tener sentido o será necesario. Y aunque no sea en la hora del alerta o de la justa reprensión, las palabras son como semillas, que más tarde se harán preciosas y harán recordar lo que fue dicho tiempo atrás, días, meses, o incluso muchos años atrás.
Si cada uno de nosotros sabe cumplir su papel, la responsabilidad dejará de ser de quien transmitió el mensaje y pasará a ser de aquel que debería estar atento a la instrucción y no prestó atención. Pues cada uno se hace responsable por sus propias acciones, sobre todo después de un alerta.
Nuestro problema no es – muchas veces – las personas que no nos oyen, sino la falta de fuerza que tenemos en continuar perseverantes en nuestra confianza.
Y puede preguntar: “Pero, ¿voy a continuar hablando, insistiendo y repitiendo siempre las mismas palabras?”
¡No! Cuando hablamos con Dios, también somos instruidos que no debemos usar “vanas repeticiones”, entonces, tampoco nos podemos ser pesadas ante cualquier persona, incluso ante aquellos de nuestro entorno.
Estando la persona atenta o no, en el avión no hay repeticiones de la demostración de los procedimientos. La vida continúa…Hable acerca de un asunto importante una vez, requiriendo total atención. Para eso, pida dirección a Dios para el momento oportuno, ore, haga un ayuno, someta la situación a Dios… como hizo la Reina Ester, antes de resolver un problema crucial. Actúe siempre en asociación con Él. Si interiormente la persona estuviere atenta o no, será responsabilidad de ella.
Cuando ella necesite y en el momento en que Dios la haga recordar aquello, aunque sea una palabra, vendrá hasta usted y la pedirá orientación y consejo.
«Y el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su propia cabeza. Oyó el sonido de la trompeta pero no se dio por advertido; su sangre recaerá sobre él. Pero si hubiera hecho caso, habría salvado su vida..” (Ez.33:4,5)
Sólo no desista o se canse de hacer su papel, aunque momentáneamente parezca estar «hablando con la pared»… ¿Usted confía en Dios? Sus semillas van a dar frutos.
En el próximo post seguiremos hablando de ello, pero antes me gustaría saber su opinión. Comparta con nosotras.
Sabrina Cabrera
3 diciembre, 2023 a 10:2
La PARED
Me llamo Sabrina. Soy de
Argentina. Vivo en la
Provincia de Buenos Aires.
FUE EN LA TARDE
DEL 11 DE DICIEMBRE DEL 2019.
PATIO DE UNA ESCUELA
PRIMARIA: EN LAS MANOS DE
UNA MUJER , EL PERIÓDICO
DE «LA UNIVERSAL».
VÍ LA ESCENA.
AQUELLO SE CONVIRTIÓ
EN EL ¡BASTA! , ¡PUNTO FINAL!
MI LIBERACIÓN OCURRIÓ
EL SIGUIENTE AÑO.
EL CONTEXTO: CUARENTENA
POR PANDEMIA. LA IGLESIA
UNIVERSAL DE BURZACO
(CALLE ALSINA 798) ABIERTA
COMO CENTRO DE ACOPIO. EN
ESE LUGAR SE INSTALÓ UN
‘ANTES Y DESPUÉS’ A TRAVÉS
DE TOCAR EL MANTO : 3O DE
JULIO DEL 202O.
SÓLO VISUALICÉ A ESA
MUJER CON ESE PERIÓDICO. NO
NOS HABLAMOS. SÓLO , VÍ.
EL SILENCIO SE COLMÓ
DE ‘PALABRAS MUDAS’.
LAS MUDAS
PALABRAS, GRITARON.
TODO LO «CONSAGRADO» QUE VÍ – TOQUÉ(UNA VEZ) ,
LAS ORACIONES, LA
ESCUCHA; ME CONDUJERON
A ESE DÍA (30/7/’20).
●NADA FUE ‘AL AZAR’.
●LAS PIEZAS SE ACOMODARON
PARA MÍ. YO ENTENDÍ.
●CUANDO HAY
PARA VER , VEMOS.
NO PASA DESAPERCIBIDO.
MI REACCIÓN AL
DETECTAR ESA MUJER, NO FUE
BUENA ( EN MI ‘MUNDO’ ).
YO ME ENCONTRABA
EN UN «EXCELENTE MOMENTO».
PROTAGONISTA.
ERA CONCIENTE.
SABÍA MUY BIEN LO
QUE IGNORABA.
LA SITUACIÓN
ERA BASTANTE INSOSTENIBLE.
LA PANDEMIA Y ‘SU
ENCIERRO’ NOS OBLIGÓ
A ESTAR AISLADOS Y LLEVAR
NUESTRA MIRADA HACIA
NOSOTROS MISMOS.
UN PERIÓDICO
DETECTADO A LO LEJOS
(11/12/’19)
=
LIBERACIÓN A TRAVÉS DEL
MANTO (30/7’20).
Sabrina Cabrera
3 diciembre, 2023 a 10:2
La IGUALDAD.
UN PERIÓDICO
DETECTADO A LO LEJOS
(11/12/’19)
=
LIBERACIÓN
A TRAVÉS DEL MANTO: «UN
ANTES Y DESPUÉS»
(30/7/’20).
Verónica Pantoja
11 enero, 2016 a 20:2
Muchísimas gracias, excelente orientación!