La vida de Jacob – 2º Día

Hola a todos. Hoy es el segundo día que estamos hablando sobre la vida de Jacob.

2º Día – El carácter de Rebeca.

“ Rebeca estaba escuchando cuando Isaac hablaba a su hijo Esaú. Y cuando Esaú fue al campo a cazar una pieza para traer a casa , Rebeca habló a su hijo Jacob, diciendo: He aquí, oí a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú, diciéndole: «Tráeme caza y prepárame un buen guisado para que coma y te bendiga en presencia del Señor antes de mi muerte. Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando. Ve ahora al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos de las cabras, y yo prepararé con ellos un buen guisado para tu padre como a él le gusta. Entonces se lo llevarás a tu padre, que comerá, para que te bendiga antes de su muerte.” (Gn.27:5-10)

Presta mucha atención al consejo de Rebeca, instruyendo a Jacob. Ella tuvo la oportunidad de oír a Isaac aconsejando a Esaú, pero quería “hacer las cosas a su manera”, porque este se mostraba problemático, en función a sus elecciones. Por eso, prefería a Jacob, en lugar de a Esaú, por su falta de merecer. Pero, aún así, ella no tenía derecho de hacerlo a su manera.

“oí a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú, diciéndole…”

Ella tuvo la oportunidad de oír, exactamente como es tu caso, pero la elección de la actitud, en relación a lo que oyes, es siempre tuya.

“ Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando. Ve ahora al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos de las cabras, y yo prepararé con ellos un buen guisado para tu padre como a él le gusta. Entonces se lo llevarás a tu padre, que comerá, para que te bendiga antes de su muerte.”

Rebeca, ansiosa, ni mencionó los detalles: Para que tomase las armas, saliese al campo y cazase, sino que ordenó a Jacob que fuese al rebaño, sugiriendo el camino más fácil…

¡Observa la diferencia entre Isaac y Rebeca! Presta atención como el problema de Jacob – ladrón – era familiar. Rebeca era igual de ladrona… Estando el marido ciego, sacó provecho de él; a espaldas de Isaac, ¡hizo las cosas a su manera!

No se ve en la historia, ningún episodio de sacrificio por su parte – al menos no que se conozca – por eso, su boca estaba llena de consejos naturales, normales, sin sacrificio. Justamente porque no lo vivió, ni siquiera se basó en el ejemplo de Isaac.

Observa el consejo de Rebeca, tú que eres mujer, madre, esposa, trabajadora, y sabes que tienes a alguien a quien dar cuentas, pero siempre intentas “hacer las cosas a tu manera”. Si haces esto, es porque no vives, de hecho, el sacrificio; no has aprendido de este.

Tal vez hayas entregado algo, hace un tiempo, pero hace mucho que no sacrificas. En términos de hechos, no hay nada nuevo que presentes. Es más, tus palabras son religiosas y tu oración, perdóname la expresión, “da asco”…

“¡¿Cómo puedo decir una cosa de estas?!” Te preguntas…

Te lo digo porque no existe vida, por eso tus consejos a las demás personas están vacíos, porque no existe renovación en tu mente, en tus ideas, por lo contrario, el mundo está cambiando y tú permaneces estancada desde el día en que entraste en la Iglesia y recibiste las bendiciones.

Incluso ves las cosas de Dios de forma maliciosa. Cuando se habla de sacrificio y ofrenda, das a tu manera y, por eso, tu vida es una vergüenza delante de Dios y de los demás.

Incluso puedes estar casada con un pastor, un obrero, un miembro firme y fiel, pero tienes una vida engañadora. En realidad, nutres tu egoísmo, tu “mundillo”. No sales de esa vidilla, porque no vives tu sacrificio.

Cuando llega la campaña de Israel, ya no crees, ¡por que nunca sacrificaste! Por eso la miras con “otros” ojos y quieres hacer justicia con tus propias manos.

Voy a permitir que saquéis vuestras propias conclusiones. Hasta mañana.