Dios sabe lo que es mejor
- 25
- Sep
- 2023
¿Cómo es Dios? Ah, para saber sobre Dios, tiene que interesarse en leer con cuidado, meditar en la Palabra de Dios y observar a Dios. Y es eso lo que hacemos en esta serie “¿Quién es Dios?”
“Y hubo hambre en la tierra, además del hambre anterior que había ocurrido durante los días de Abraham. Y se fue Isaac a Gerar, a Abimelec, rey de los filisteos. Y se le apareció el Señor, y dijo: No desciendas a Egipto; quédate en la tierra que yo te diré.” Génesis 26:1,2
Muchas veces, cuando estamos en apuros, en dificultades, optamos en ir para una tierra, a un lugar donde no hay dificultades, donde hay prosperidad.
En esa época del hambre, Isaac con seguridad estaba pasando en descender a Egipto, pero mire como Dios trata la situación. Isaac aún ni había hablado sobre sus planes a nadie, apenas aspiró y Dios se le apareció y le dijo: no desciendas a Egipto.
Es como si Dios estuviese hablando conmigo o con usted que Él observa incluso en nuestros pensamientos. ¿Sabe cuando aspiramos a algo? Dios lo ve, Él oye y habla. Y cuando Dios habla, no deja duda.
“… no desciendas a Egipto; quédate en la tierra que yo te diré.”
Es decir, tenemos dos opciones: inclinarnos a aquello que estamos sintiendo, miramos a las circunstancias, las dificultades y optamos por nuestro camino, a nuestra manera, u oímos a Dios.
Dios dijo, “no desciendas a Egipto, habita en la tierra que yo te diga.”
En otras palabras: “Voy a decirte lo que vas a hacer, en qué tierra vas a habitar.”
Y ahí Él dice:
“Habita en esta tierra, y seré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu simiente daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.” Génesis 26:3
Es decir, no podría confirmar lo que Él había hablado con Abraham si Isaac no obedeciese. Era necesario que Isaac obedeciese para que Dios puediese darle la descendencia, darle esas tieera que Él estaba hablando.
“Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, …” Génesis 26:4
Observe que Dios explica, motiva. No sólo dice lo que tenemos qué hacer, sino que también dice lo que Él va a hacer.
Ese Dios, que nos creó, sabe lo que necesitamos. Si solamente aceptamos que Él esté en el control de nuestra vida, que sea el Rey de nuestra vida, tendremos la garantía de una vida feliz, realizada, incluso en esta tierra llena de dificultades Él va a proveer todas nuestras necesidades. ¿Cree en eso?
Observe lo que Dios dijo:
“Porque Abraham me obedeció, y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.” Génesis 26:5
En otras palabras, “Yo hablé con tu padre, y él guardó Mi ordenanza. ¡No dejó que nada interfiriese, no los días, no la esposa, ni los hijos!” Y aquello que Dios le había dado a Abraham, él lo guardó.
Y es eso lo que hacemos cuando damos importancia a lo que Dios nos habla. Porque, para guardarlos tenemos que mostrar interés en cumplir aquello que Él habló.
Dios observa que, si obedecmos y guardamos Sus preceptos, Sus estatutos y Sus leyes. Porque cuando hacemos esto, mostramos que Él es nuestro Señor, que Él está or encima de todo y de todos, incluso de nosotros mismos, de nuestros deseos. ¡Dios está por encima!
Dios sabe lo que es mejor. Y por eso Lo ponemos como Dios de nuestra vida.
Y usted, ¿va a elegir a Dios para que sea el Señor, el Rey de su vida? ¡Usted decide!