Dios hace lo sobrenatural

Dios hace lo sobrenatural

Ya ha visto que muchas personas quieren cosas maravillosas de Dios, pero ellas no hacen su parte.

Dios ya había hablado con Isaac, en la época en que él estaba  pasando por situaciones difíciles, porque había hambre en la tierra, mucha hambre. Y Dios se le apareció, y dijo que fuese a la tierra que Él lo enviase, y no a Egipto, que era donde Isaac quería ir. Y así hizo Isaac como Dios mandó.

En la época, delante del hambre, la salida era ir para Egipto, porque allí había prosperidad, pero Dios le dijo que se quedase donde estaba el hambre, y que Él bendeciría a Isaac, como fue con Abraham. E Isaac hizo exactamente como Dios había hablado, se quedó. ¿Y sabe que pasó?

Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno. Y el Señor lo bendijo. Y el hombre se enriqueció, y siguió engrandeciéndose hasta que llegó a ser muy poderoso; pues tenía rebaños de ovejas y vacadas y mucha servidumbre, y los filisteos le tenían envidia.” Génesis 26:12-14

Cuando la persona obedece a Dios, Él la bendice de tal forma que no es posible que los otros no vean algo sobrenatural. Observe que, justamente en aquella tierra dónde había hambre, Isaac prosperó, creció, se engrandeció, se enriqueció y se hizo muy poderoso, pero los filisteos lo envidiaron.

Y todos los pozos que los siervos de su padre habían cavado en los días de Abraham su padre, los filisteos los cegaron llenándolos de tierra.” Génesis 26:15

Observe bien, existe la envidia, la disputa de aquellas personas que envidian a aquel que ha sido bendecido por Dios, porque obedeció.

¿Y sabe qué sucedió?

Entonces Abimelec dijo a Isaac: Vete de aquí, porque tú eres mucho más poderoso que nosotros. Isaac partió de allí, acampó en el valle de Gerar y se estableció allí.” Génesis 26:16,17

Dios quiere bendecirle, pero existe una demanda: ¡obedecer!

¿Está listo para obedecer?

Porque si no obedece, no tiene la autoridad para que Dios le defienda, le bendiga, porque usted no hace caso a la voz de Él.

Haga uso de su fe, comparta con Dios, ¡permita que Dios tome dirección de su vida!

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