¿De quién viene la descendencia de la Fe?

¡Hola a todos los internautas!

¡Es un placer estar aquí con vosotros todas las semanas!

¿Y tú? ¿Cómo te encuentras? ¿Estás oyendo cada semana el audio?…y si estás triste ahí… ¿Qué audio estás oyendo? ¿Es el mío? ¿Oíste el audio anterior? ¿Has oído los mensajes del Obispo Macedo? ¿Has participado de las reuniones en la Iglesia? ¿Dónde está tu Fe?

¿O es que eres el tipo de hijo que comentamos la semana pasada? Que dice: “¡Si Señor! ¡Si Señora! Está bien voy a hacer eso.” Y después, no actúas de la forma que deberías actuar, es decir… No eres el hijo que deberías ser

Amiga internauta, ¡tú escoges quien quieres ser! Si quieres ser el hijo de la promesa, entonces vas a acoger con alegría las promesas de Dios, ¡no te vas a quedar triste!

Es obvio que no vas a ser perfecta, como yo no lo soy. Existen momentos tristes, pero cuando apelas a la Fe y asumes la fe en Dios, acoges Sus promesas con alegría, y no con duda, ni con miedo.

Es muy importante para ti, que no has oído el audio de la semana pasada, que lo oigas, porque hoy voy a continuar con lo que fue hablado la semana pasada, hablamos del tipo de sacrificio y también qué tipo de hijo eres.

Hoy vamos a hablar del hijo que acoge alegremente las promesas, de aquel que cree y se asegura en las mismas, de aquel que respeta la Palabra de Dios y se somete a ella.

El tema de hoy es: “¿De quién viene la descendencia de la Fe?, puedes acompañar la lectura en el libro de Hebreos 11:18

“…fue a él a quien se le dijo: EN ISAAC TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA…”

Si lees el versículo 17, verificarás que:

“ Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo; fue a él a quien se le dijo: EN ISAAC TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA…”

Amiga internauta, presta atención….¿quieres tener testimonios de Fe en tu vida? ¿Quieres resultados en tu familia, por donde pasas, en tu vecindad, con los familiares, en tu trabajo, en tu empresa? ¿Quieres una descendencia de la Fe? ¿A qué me refiero con descendencia de la Fe? Son aquellos que absorbieron tu testimonio y nacieron de una fe en Dios como resultado del mismo, como fruto de aquello que presentabas.

¡La descendencia de la Fe es eso!

Cuando se refiere que: “… en Isaac te será llamada descendencia”, es aquel que acogió alegremente las promesas, significa que iba a existir una descendencia que actuaría basada en esta Palabra.

Tú eres madre, hija, eres empleada, hermana, cuñada, suegra, no sé… pero voy a decirte una cosa: “¿Cómo te han visto las personas?” “¡Ah Viviane! Esto no importa. ¡Lo que importa es lo que Dios piensa de mi!”

Si amiga internauta, yo también oí esto de una amiga y le pregunté:

“¿Cuál es tu fama?” y ella me dijo: “Viviane, ¡mi fama es que yo soy sentimental! Pero no acepto eso…” y le respondí: “¡Es bueno que confirmes eso! Porque cuando una, dos o tres personas dicen lo mismo, ¿quién está en lo correcto?»

¡Vamos a usar la inteligencia! ¿No será que no consigues verte?”

En otras palabras, tal vez seas el tipo de persona que tiene su forma de ser y esperas que los demás “adquieran” al Dios que tú tienes, pero tienes una forma de ser difícil, que no se somete, que no respeta, eres dura en tus palabras, eres ignorante en la forma de hablar con las personas, en la forma de actuar, de pedir, de enseñar, de atender.

Incluso a una persona que “debajo” de ti, o en el mismo nivel que tú, la tratas con falta de respeto.

Quiero decir, ¿qué fe es esta? ¿qué Dios es este? No pareces Isaac. ¡Estás siendo semejante a Ismael! Justamente queriendo “hacer las cosas a tu manera” referente a las cosas de Dios.

Cuando eres hijo de Dios, eres sumiso, eres humilde, flexible, evalúas tus acciones, porque no quieres presentarle a Dios algo malo, por lo contrario, quieres presentar algo aceptable a Dios. Pero piensa, si tratas a las personas que ves de esa forma, ¡imagina a Dios a quien no ves!

Tu descendencia de la fe, será como la descendencia de la esclava, que cohabitó con Abraham y tuvo a Ismael.

A pesar de que la Biblia no lo especifique, sabemos que él no acogió alegremente las promesas, porque en el versículo 17 dice lo siguiente:

“…ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas…;”

En otras palabras… ¡el otro no atendió! ¡No aceptó la promesa!

¿Y el qué vas a generar? Puedes ser de la iglesia desde hace muchos años o hace poco tiempo. Pero tu descendencia, es decir, las personas que están a tu alrededor, serán generados a través de ti, y serán de acuerdo a aquello que presentas.

Si has sido una persona difícil, orgullosa, egoísta, avara… ¡tu descendencia será igual!

Amiga internauta, ¡Es importante usar la Fe inteligente! Fue abordado la semana pasada el tipo de fe que has tenido y continuo preguntándote: ¿estás siendo Ismael en lugar de Isaac? ¿estás siendo una descendencia opuesta a la fe de Abraham?

¡Tú eres quien decide! ¡Tú eres quien toma actitudes en pro de tu fe! ¿y cómo vas a resolver esto?

Dices: “Viviane, no puedo cambiar. Es mi forma de ser. Mis padres eran así, la vida fue muy difícil para mi.”

Amiga internauta, ¡la fe hace todo nuevo! Si te acoges a las promesas de Dios, y a Su Palabra, con “uñas y dientes”, como tu oportunidad, con sed de ser justa y “odiar” aquello que te aparta de Él, así vas a dejar de ser una persona difícil, complicada, sentimental, llena de resentimientos, de rencor, áspera en tu forma de ser. ¡Y tendrás el ADN de Dios! ¿por qué? ¡porque te estás sometiendo a Él!

¡Yo veo eso! ¿Sabes cómo? Cuando una mujer tiene hijos, existe una diferencia entre uno y otro. Uno obedece enseguida, y el otro tarda más en obedecer, es más difícil. Y ¿a quién crees que se acerca más la madre? A aquel que se somete, aquel que es flexible, que reconoce, que es humilde, que es obediente ¿si o no?

El otro hijo dice así: “¡Es injusto! ¡Ella ama más a mi hermano, a mi hermana, más que a mi!” Pero en realidad, no está observando sus propias actitudes y acciones erradas.

Quiero llamar tu atención amiga internauta a lo siguiente:

¿Quieres ser cercana a Dios? ¿Cercana a tus familiares que están a tu alrededor? ¿Quieres tener un “buen ambiente” a tu alrededor? ¡Oye la voz de Dios! ¡Obedécele!

Y verás como darás testimonio, como de aquí en adelante tendrás una descendencia de la fe.

Y tus abuelos, tíos, hermanos, hermanas, tu madre, padre, parientes, vecinos, tus trabajadores, estos van a tener que admitir que tienes algo especial.

¿Por qué? Por tu obediencia y sumisión a la voz de Dios.

Si eres el hijo de la promesa, acoges alegremente las promesas de Dios ¿está bien amiga internauta?

¿Vas a aceptar ser Isaac o Ismael? ¡Tú decides!

¡Hasta la próxima semana!