Cuarentena – Dia 25

Viviane Freitas

  • 15
  • Feb
  • 2013

Cuarentena – Dia 25

  • 15
  • Feb
  • 2013

“Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor como está escrito en la ley del Señor: Todo primogénito al Señor será consagrado, y para ofrecer un sacrificio, conforme a lo que está escrito: Un par de tórtolas, o dos palominos. ( Lc.2:21-24 )

Yo misma busqué saber el motivo por el cual se esperaban ocho días para proceder a la circuncisión. Acompaña conmigo:

“Habla a los hijos de Israel: Si una mujer concebir y tenga un niño, será inmunda siete días; como los días de su menstruación, será inmunda. Y, el octavo día, si circuncidará al niño la carne de su prepucio.”

Aquí está el motivo…

Para que entiendas…María y José, cumplieron la ley que Moisés enseñaba.

¿Qué necesidad existía para que se cumpliese la ley, o para la presentación del Señor Jesús, siendo Dios?

Para dejarnos un verdadero ejemplo de sumisión y obediencia.

Mismo siendo Obispo, esposa de Obispo, Pastor, esposa de pastor u obrera…Aún así, existe el deber de cumplirse la ley.

El hecho de “honrar” a Dios con nuestro servicio, no nos hace “diferentes” en el cumplimiento de nuestros deberes, declarados por intermedio de su Palabra.

Pero, si no hay una solución, que es la disciplina, ¿cómo habrá sumisión a Dios, a QUIEN NO VEMOS?

Interesante… María nos reveló una personalidad muy sumisa y obediente, no se consideró superior, por el hecho de cargar a nuestro Señor en su vientre, y nunca se apoyó en esto, para ser favorecida…

Fue su actitud de humildad y sumisión lo que llamaron la atención de Dios y a volverse “…muy favorecida…” (Lc1:28)

¡Esto es una lección para todas nosotras, porque son los mínimos detalles que hacen la diferencia, que revelan temor!

María y José no eran perfectos y deberían cumplir la ley, ser igualmente expiados por los sacerdotes, como cualquier mortal.

Debemos pagar el precio…

Es fundamental practicar la honestidad día tras día, pues, por intermedio de esta honestidad, revelamos y valoramos el respeto que tenemos hacia Dios.

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2 comentários

  1. Muy fuerte

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  2. Estoy de acuerdo Sra. Vivi, caso contrario sería buscar servirse a si mismo y no a Dios.

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