¿Cual es tu medida?

Viviane Freitas

  • 15
  • Abr
  • 2013

¿Cual es tu medida?

  • 15
  • Abr
  • 2013

» Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, pues Él da el Espíritu sin medida.” (Juan 3:34)

Yo no soy una cualquiera; ¡no puedo aceptar ser una cualquiera! Si hago la voluntad de Dios y tengo Su Espíritu, entonces debo asumir que soy Su enviada.

Donde yo esté, ¡esto tiene que quedar claro! Sea en casa, en la escuela, en el trabajo, donde yo vaya, lo que yo haga, tengo que ser diferente; tengo que hacerlo diferente.

Sólo hay un desarrollo espiritual – y personal – cuando veo con los ojos espirituales. Si estoy bien, espiritualmente, el resto será una consecuencia.

¡Quien tiene el Espíritu Santo, no ve limites! Sus ojos ven más allá de las cosas que están delante de ella. No existen barreras o sentimientos de pena de si misma; solo existe una meta, que es llegar a su objetivo.

Por eso, no hay medida. ¡O es o no es! Quien es de Dios no puede ser reprobado. Puede ser exhortado, disciplinado, pero nunca reprobado.

Tú y yo somos reprobados cuando ponemos limites a nuestra fe.

Un abrazo a todas.

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4 comentários

  1. Muy fuerte y cierto, hagamos lo que hagamos debemos hacer la diferencia por lo que esta dentro nuestro, el Espíritu de Dios.

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  2. Cuando somos verdaderamente hijas de Dios y recibimos el Espíritu Santo,la luz está en nosotros pasamos hacer la voluntad de nuestro padre,sin poner limite alguno.Señora Dios la bendiga

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  3. ES verdad señora si realmente somos hijas de Dios y llevamos dentro el espiritu de el nuestra presencia y actitudes deben reflejarlo en cada lugar que vamos y en cada cosa que hacemos.LO fundamental es la osadia en la fe eso nos hara crecer dia a dia en la presencia de Dios .DIOS no busca limitadas.Bendiciones

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  4. Es así cuando tenemos el Espíritu de Dios somo nueva criatura en Él, y Él no es derrota, Él no mira nunca para tras, él no desiste muy por el contrario el Espíritu Santo siempre te aviva te da fuerza para seguir y no desmayar te guía por las sendas que agrada a el Señor, y así no ser reprobados delante de Él 🙂

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