¿Cuál es el tiempo?

El reino de Israel siempre tuvo sus guerras, tanto internas – entre las propias tribus – como externas, en contra de los enemigos de Israel.

Solo en tiempo de Guerra el pueblo se unía para enfrentar a sus enemigos.

Israel siempre vivió luchando.

¿Cuándo sería el fin, y cuándo se restauraría el reino de Israel?

El dolor era inmenso; las consecuencias catastróficas. Y cuando le preguntaron al Señor Jesús, Él no respondió a la pregunta, apenas dijo que no les competía conocer tiempos o épocas que el Padre reservó.

‘Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban, diciendo: Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino de Israel? . Y Él les dijo: No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad;’ (Hechos 1:6-7)

¡Qué situación tan difícil! ¡Cuántos sufrimientos se agregaron a un reino destruido! Pero no nos concierne buscar ciertas respuestas, porque de eso depende conocer la fe que se profesa; la confianza que tenemos.

Durante un tiempo indeterminado, no existe… Un supuesto refrigerio para el alma.

En seguida el Señor Jesús dijo:

‘…pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.’ (Hechos 1: 8)

La forma de confiar no es siendo precavidos en relación a los tiempos. Sino estando en medio de un reino destruido donde tendré la necesidad de buscar a Dios con fervor. En esta búsqueda voy a descubrir que sólo el Espíritu Santo puede capacitarme.

Y cuando el Espíritu Santo venga sobre mí… Recibiré poder para ultrapasar mis debilidades – internas y externas. A través de desafíos y enfrentamientos…
¡Encontraré fuerza! Justamente en los peores lugares en que soy confrontada.

Por eso el Señor Jesús cita en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra… Representan las dificultades que enfrentarían; sin embargo con Su Espíritu, de esta forma no estarían en el mismo estado que antes. Pasarían por encima de los problemas.

Amiga lectora… ¿Qué te preocupa? Si existe una preocupación… no existe manifestación de fe, sino ilusión, y actuarás con la fe emotiva.

Quién quiere ver la diferencia en su vida… tiene que actuar de forma diferente a lo que es natural a sus ojos.