¿Cuál es el poder que me guarda?
- 2
- Dic
- 2022
Sabe… el mundo pinta un cuadro muy ilusorio de que engañando usted sale ganando…
Lamentablemente, las personas se sienten bien engañando a otras.
Si… y no les molesta su propia mentira. A veces incluso teniendo el título de cristiano, pero con comportamientos de quien no conoce la Verdad.
Sabe… cuentan tantas mentiras, engaños para si mismos, y quieren que las demás personas acepten su injusticia con naturalidad.
¡Es muy triste! Muchos se dicen creyentes, pero es sólo de fachada. Es de una forma en la iglesia y de otra dentro de casa o del trabajo.
Pero, ¿esa manera de ser protege? ¿estará todo bien al actuar así? Como si no hubiese consecuencias.
Si… la decisión es de cada uno, el hacer lo que quiere con su vida.
Si usted quiere el concepto del mundo, ya lo tiene todos los días. No requiere ningún esfuerzo.
Pero los conceptos de Dios exigen mucha perseverancia. David dijo:
“La integridad y la rectitud me preserven, porque en ti espero.”.” Sl 25:21
La sinceridad y la rectitud nos protegen.
La sinceridad nos trae una conciencia pura.
No hay justicia por nuestra parte cuando fingimos.
Yo pregunto: ¿Usted es sincero consigo mismo? ¿O va detrás de aquello que disfraza su conciencia? ¿Trabajo? ¿Emociones? ¿Fantasías? ¿Jueguecitos? ¿Amistades?
Cada uno está hace su elección. Pero, ¿quién es feliz de verdad?
¿Usted ya se dio cuenta de que aquellos famosos que tienen mucho dinero, cambian de mujeres, hombres, se hunden cada vez más en los vicios e incluso se quitan sus propias vidas?
Yo le digo que todas estas fantasías que las personas viven es una vida de mentira. Porque no hay ningún resultado que tenga un final feliz.
Sin embargo, ¡quién anda en la sinceridad es diferente! ¡¡¡Tiene poder!!! ¿usted sabía esto? Pues si… muy diferente de lo que el mundo le dice a usted, o su propia carne le dice.
La sinceridad me da poder para estar por encima de cualquier influencia del mal. Y la rectitud es lo que me hace ser persistente en hacer lo que es correcto.
Para tener a Dios guiándome necesito obedecer Sus instrucciones.
Pero si quiero que el mal prevalezca en mi vida, entonces es seguir las emociones y fantasías.