¿Cómo el sincero hace justicia?

¿Cómo el sincero hace justicia?

¿Sabe cuando alguien erra con usted? ¿qué es lo que tiene deseo de hacer? ¡en serio! Dan ganas de enseñarle a corregir su error en el momento, ¿no es así? Esta es la forma natural de sentir.

Pero, ¿y referente a nosotros mismos? ¿no erramos también con el mismo error de nuestro semejante? A veces nos quedamos enfadados, irritados, e incluso justificando nuestros sentimientos delante de la situación, de cómo nosotros tenemos la razón.

Sin embargo, vamos a llegar a un acuerdo: ¡nosotros no podemos cambiar la mente de nadie! Entonces, ¿por qué insistimos primero en corregir a los demás?

Esto sucede porque nuestra primera reacción es sentir y no razonar. Solo después, si queremos entender, es cuando pensamos sobre lo ocurrido…

“La justicia del íntegro enderezará su camino, pero el impío caerá por su propia impiedad.” Prov 11:5

Mira que interesante, las persona piensan que enderezar está en los otros. Pero no es así, lo que me hace ser íntegro (sincero) es cuando YO enderezo MI camino. Es decir, presto atención a lo que estoy siendo, haciendo y cambio.

Muchas personas erraron conmigo, me enfadé en el momento y no pasó nada, ¡sólo un mal rato! Pero cuando miro para mi, y corrijo mi actuar, así ejercito la fe y además me corrijo.

¿Cuántas veces gané disciplinándome? ¡Muchas veces!

¿Cuántas veces perdí tiempo en intentar esperar por los cambios de los demás? ¡Muchas veces también!

Por eso la fe nos hace observarnos a nosotros mismos, corrige y, con el tiempo se vuelve un hábito cambiar uno mismo.

Pero es necesario que haya el ejercicio de la fe, es decir, la necesidad de hacer lo que es justo delante de Dios. Si hay en mi preocupación con mi conducta, entonces, cuido, observo. Así mis relaciones con el prójimo se vuelven saludables, porque me disciplino.

Es así como vamos creando un hilo, una amistad con Dios, con nuestras debilidades. Y esto nos acerca mucho a Él.

¡Aprenda a compartir su vida con Dios más veces!

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2 comentários

    Señora Viviane, saludos desde Perú, gracias por éste mensaje que nos ayuda mucho y más aún en nuestro interior, en lo personal la admiro, que El Señor la Proteja, muchas gracias.

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    Amén. Es tan cierto señora primero debemos mirarnos a nosotros antes de mirar hacia los otros.

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