Mi infancia

Mi infancia fue, al principio, maravillosa. Yo tenía unos padres súper unidos y, consecuentemente, eso se reflejaba en nuestra familia. Nosotras teníamos todo el cariño y la atención que una madre puede dar.

Yo era súper cuidada por mi madre que, por mi defecto físico, me acompañaba a todas partes para que yo tuviese una mejoría en mi salud. Iba de un lado a otro conmigo buscando a los mejores médicos.

Infelizmente no recibíamos ninguna palabra de incentivo, por lo contrario, solamente palabras negativas.
Según los médicos yo crecería hablando gangosa, y también acomplejada, porque había nacido con el labio leporino.

Pero lo que ocurrió conmigo fue algo increíble, yo no me daba cuenta de que había nacido así, ya que en casa existía una armonía familiar. Todos me trataban igual que a mi otra hermana que, a su vez, era muy bonita, y llamaba la atención por su belleza. Mi hermana era mi mejor amiga, era la que mejor me comprendía en casa. Yo no entendía porque a veces mi hermana tenía que traducir lo que yo estaba diciendo a mis propios padres. Eso hacía que me pusiera nerviosa.

Cuando empecé a ir al colegio, todos cuchicheaban sobre mi apariencia. Fui entendiendo que en mí había algo que estaba mal, cuando abría la boca para hablar algo, los compañeros de clase no me entendían y se burlaban de mí. Ellos me discriminaban.

Descubrí que el mundo no era esa maravilla que yo tenía en casa. En casa había atención, respeto, mucho cariño, mucho amor los unos con los otros. Mi madre, era una esposa amorosa y dedicada tanto a la familia como a mi padre y viceversa.

Comencé a vivir un tormento en mi vida. En casa era totalmente feliz, me olvidaba del mundo cruel de allí fuera, pero cuando llegaba al colegio era una niña triste y amargada por ser tan discriminada, atacada con todo tipo de palabras crueles que una niña podría escuchar.

No tenía amigas, yo estaba sola desde la guardería. Por no saber hablar, con 5 años, era considerada burra y atrasada en mi aprendizaje. Debido a eso, tenía que tener terapias después del colegio en un lugar donde me encontraba con niños y adolescentes con deficiencia mental.

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