Audio : Fe- La fe que aguarda

¡Hola a todos los internautas es un placer estar con vosotras!, y aquí, en el blog, tenemos la oportunidad de estar juntas todos los viernes.

Hoy me gustaría hablar contigo sobre la fe que aguarda:

“Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas…”
(Hebreos 11:9)

¿Quién era ese? Era Abraham, Abraham vivió sus días, su vida, en la fe. Él tuvo obstáculos, él tuvo sentimientos, tuvo errores, … pero lo que predominó en su vida, fue la fe, y no fue la fe de conquistas apenas, porque él ya había conquistado, él ya había tenido su hijo, Isaac, y buscó una esposa para él.

Es decir, Abraham vivió sus días con Dios, es sobre esta fe que yo quiero hablaros hoy. Cuando yo vivo mi fe, no solo para las conquistas de la familia, de la vida económica, de la salud, sino también en pro de mi relación, entonces aunque yo tenga conquistas, nada quita mi visión de mi objetivo, porque mi objetivo mayor no está en mi hijo, o en las conquistas, sino que esta exactamente en esperar la ciudad de la que Dios era el arquitecto, el edificador, como dice aquí el versículo:

“Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” (Hebreos 11:9-10)

Y lo que yo te pregunto amiga internauta, es lo siguiente:
-“En tu día a día, ¿qué es lo que ha predominado en tu vida? ¿es la preocupación por la vida económica, es la preocupación en tu vida familiar, es la preocupación en tu trabajo, es el objetivo de tener éxito en la vida económica, en tu empresa? ¿qué es lo que predomina en tu mente?”

Bueno, lo que ha predominado en tu mente, es en lo que tú te has enfocado como objetivo; y lo que podemos ver en estos versículos es que Abraham estaba enfocado aguardando la cuidad de la cual Dios era el arquitecto, es decir, la Salvación.

Por más problemas, por más dificultades que tengas, tú sabes que tienes que usar tu fe, y la fe, es la certeza de las cosas que se esperan, es decir, cuando usas tú fe, resuelves el problema, pero cuando vives siendo llevado por el problema, vives enfocado en el problema, distraído con el problema y no miras a la cuidad que Dios preparó para ti, que es tu Salvación.

Dejas que desear en tu intimidad, tu relación con Dios, y te quedas mirando al objetivo que es algo pasajero. Tu familia, un día todos van a morir, un día tu empleo va a terminar, tu familia, tus bienes,… ¡van a pasar!

Un día vas a morir ¿y qué va a suceder? ¿a qué es has dado prioridad? ¿has peregrinado en está vida habitando apenas en las conquistas, o has dado prioridad a la cuidad que Dios tiene para ti?

Amiga internauta, te hago esta pregunta porque la fe no es apenas para las conquistas, no es solo para la vida financiera, no es solo para la vida familiar, para la salud,… sino para que te mantengas hasta el fin mirando a la cuidad que Dios ha preparado para todos nosotros.

Cuando esperamos esta ciudad ¿qué es lo que hacemos?, vigilamos, nos preparamos, nos mantenemos con nuestra lámpara encendida, esperando a nuestro Señor, que nuestro novio llegue.

Sin embargo cuando tu preocupación está en los familiares, en la salud, sea en lo que sea y no resuelves esto…. Y te preguntas:

“¿Cómo? ¿Cómo tengo que resolverlo? Tengo problemas económicos, no puedo pagar las deudas,… tengo problemas con mi marido, peleamos todos los días… yo salgo de casa y pierdo la paz… tengo problemas con mi hijo que está en los vicios… ¿cómo quieres que yo manifieste mi fe, delante de tantos problemas que estoy viviendo?”

Quiero que manifiestes tu fe, porque la fe es la certeza de las cosas que se esperan, es decir, tú hablas con Dios, llevas el problema hasta Dios, ejercitas la fe que está dentro de ti, y después de usar esta fe, tendrás esta certeza, aunque tus ojos no lo vean en ese momento, pero tú tienes esta certeza dentro de ti, y nadie te la quita, esta certeza, es la respuesta de Dios para ti.

“Pero Viviane, no tengo esta certeza, me vienen muchas dudas , muchos miedos, mucha inseguridad en relación a todo, de qué tengo que hacer, cómo tengo que ser, cómo va a ser…

Amiga internauta, es porque tú llegas hasta Dios hablando y ya mirando al problema, no miras a la promesa, y ahí es donde está la gran diferencia… Cuando miras a la promesa de Dios, y tienes esta certeza, sabes que Dios te va a responder, porque tienes certeza en Dios, entonces, no hay motivo de que vivas en la duda, puedes tener una duda durante unos minutos, un día, … pero no toda la vida. ¡No!

Porque tu fe en Dios exige una respuesta tuya también, no solo respuesta de Dios, sino que hay una certeza dentro de ti después de hablar con Dios…

Y una observación que quiero hacer con vosotras aquí, ahora:

“¿Cómo está siendo tu oración?”

Debe haber un problema en tu oración – ¿qué problema? – el problema es que tú debes estar hablando de una forma emotiva, sensibilizada por lo que estás viviendo, y no con la certeza de que aquello que Él prometió tú tienes que alcanzarlo.

Entonces mira bien a lo que estás haciendo amiga internauta, spspspsp… No le eches la culpa a Dios, ¡no!. Eres tú y Dios, tú tienes que volverte para Dios 100%, es decir manifestar tu fe, y 50% tú tienes que hacerlo y el otro 50% Dios hace.

Pero el primero que tiene que dar el paso eres tú, ¡no es Dios! ¡eres tú! ¿cómo has actuado? ¿desconfiada para hablar con Dios? Así no vas a alcanzar nada, porque la fe es certeza de cosas que se esperan…., entonces si no tienes la certeza de cosas que se esperan es porque no estás manifestando la fe, ¡estás manifestando la duda!

¿Has entendido amiga internauta? La fe es una certeza, ella te da un seguridad, una estabilidad cuando tu hablas con Dios.

Porque yo también he vivido aflicciones ¡y muchas aflicciones!, como ya habéis leído aquí en el blog; pero en esas aflicciones yo manifesté mi fe, yo expresé eso a Dios, y cuando salí de allí tomé actitudes, además de expresar todo a Dios yo tomé actitudes, actitudes en pro de mi fe, no esperé que Dios me haga sentir algo, porque la fe no me hace sentir, ¡fe es certeza! ¡yo tengo que hacer lo que Dios me mandó!

¡Yo no puedo quedarme llorando, entregándome al problema! ¡Yo tengo que andar, tengo que caminar! ¡Tengo que resolver las cosas! ¡No puedo quedarme frustrada, triste, amargada,…! ¡No! ¡Yo voy a tener que resolverlo y entregar a Dios lo que tengo que entregar! ¡Y punto! Es así como se resuelven los problemas…

No es viviendo, sintiendo los problemas; es tomando posesión de aquello que Dios te dijo que tienes que tomar, ¡tú entregar, creer, tener la certeza! ¡Actuar y no entregarte a las dificultades, a los problemas, a la emoción!… es decir, ¡reaccionar!

Es esto lo que tienes que hacer, amiga internauta, usa esa fe que está dentro de ti, es esto lo que Abraham hizo, peregrinar en esta tierra, en esta vida, no es solo un día amiga internauta, es durante años, es para toda la vida… pero él habitó en tiendas, es decir, él no estaba fijo en un lugar, pero él esperaba la ciudad que Dios había preparado,… es decir, que él vigilaba y se preparaba.

Él esperaba, cuando esperamos, nos arreglamos, nos preparamos, mejoramos como persona, mejoramos nuestra fe,… y es esto lo que quiero que tengas, que te prepares para esta ciudad, los problemas que estás viviendo, que están delante de ti, ¡resuélvelos! ¡usa tu fe que ya está dentro de ti! ¡y deja de murmurar! ¡deja de mirar para atrás! ¡y vive el día de hoy!…

Es bueno este desafío que esta delante de ti, ¿sabes para que? Para que ejercites tu fe, para que no te conviertas en un profeta viejo, viviendo del pasado, sino para que uses la fe, el tu ser humilde cuando tengas que ser humilde, en que seas flexible, cuando tengas que ser flexible, en tu desafiar, el ser osada en tu fe, es esto lo que necesitas amiga internauta ante este desafío que tienes delante de ti…

¿Está bien?

¡Un fuerte abrazo para ti y no dejes de hacer tu comentario!

La semana que viene estaremos de regreso.