¡Así será hecha la justicia!

Hola, es un placer muy grande estar aquí con vosotras. Hoy, vamos a dar continuidad al asunto de la justicia:

Muchos son los que claman por justicia con todas sus fuerzas, pero ¿cómo será alcanzada?

“Y será para nosotros justicia, cuando tengamos cuidado de cumplir todos estos mandamientos delante del Señor nuestro Dios, como nos ha ordenado.” (Dt.6:25)

La justicia será hecha cuando tengo el cuidado y me dedico en cumplir… ¡no es por hablar!

Tal vez te justifiques: “A la hora de la prueba, en el momento difícil, no sé lo que ocurre, me olvidé… No sé lo que pasa, que, cuando me doy cuenta, ya cometí el error, fui injusta, hablé mal, respondí y me precipité en mis actitudes, etc.”

¿Sabes por qué?

Porque cuando lees la Biblia, tal vez estés simplemente reuniendo informaciones. No estás teniendo el cuidado de cumplirla.

Y ¿cómo puedo hacerlo?

Cuando me cuestiono; miro para mi vida, hago una reflexión, veo mi comportamiento y, conforme a lo que está escrito, ¡así creo y practico!

Se sincera y evalúa: “Si quiero justicia, ¿qué debo cumplir? ¿Por qué olvido todo lo que he aprendido?”

A partir del momento que comienzas a exponer tu cuestión y tus dificultades, hay una revelación, de la parte de Dios, en cuanto a lo que debes hacer.

Perfectas, no somos, sin embargo, el Espíritu Santo, en el momento en que necesitamos, nos trae a la memoria Su Palabra. Entonces ¿por qué no Lo oyes?

Porque en el momento en que lees la Biblia, no la aplicas en el día a día.

“¡¿Y el versículo que yo leí?! Yo quiero eso en mi vida. ¿Por qué motivo no tengo comunión con los demás, como afirma en Hechos de los Apóstoles, en que los cristianos vivían en comunión? ¿Por qué, entonces, tengo problemas con el pastor, con mi familia…? ¡problemas por todos los lados! Yo no entiendo por qué… ¡¿Por qué?! ¡¡Quiero saber ésta respuesta!!”

Tu tienes cuidado; eres detallista con lo que aprendes. Te apoyas y te mantienes firme en lo que lees, porque realmente quieres ser justa delante de Dios.
Y la justicia te es algo natural, inherente a tu actitud y entrega.

Entonces, quien siente que está pasando por una injusticia y amargada delante de una situación y quiere ser justificada, tiene ese cuidado, ese temor, de ser la propia Palabra de Dios. Ser el propio mensaje, la Biblia abierta.

Estate atenta a tu propia vida y permanece en vigilancia constante. Reflexiona, para que alcances la justicia de Dios.

Hasta la próxima.