¿A quién estás aliado?

Viviane Freitas

  • 20
  • Oct
  • 2014

¿A quién estás aliado?

  • 20
  • Oct
  • 2014

Hoy te pregunto a quién has clamado.


“Y aconteció que pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y su clamor, a causa de su servidumbre, subió a Dios.

Oyó Dios su gemido, y se acordó Dios de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

Y miró Dios a los hijos de Israel, y Dios los tuvo en cuenta.” (Ex.2:23-25)

Observa que sólo después de que el pueblo de Israel hubo gemido por la esclavitud, clamó. Podemos percibir que no tenía una alianza con Dios. Quien la había formado, anteriormente, aparte de Abraham, Isaac y Jacob, extendiéndose igualmente sobre José.

Quien tiene alianza con Dios está aliada a Él. Como en un matrimonio. Si estás casada, estás aliada a tu marido. Exige responsabilidades, además de sumisión, compromiso, fidelidad.

Y esto se dice al respecto de ambas partes. Igualmente, cuando tenemos un compromiso con Dios, existe una alianza en la cual Él esta atento a nuestra condición.

El mundo entero está sufriendo y Dios está atento a eso, pero como las personas no están aliadas a Él, no les impone Su voluntad. Así viven sufriendo.

Muchas personas dicen que es injusto, y se cuestionan por qué motivo Dios permite que les sucediese algo malo, porque se designan como “buenas personas”. Pero independientemente de ser una buena persona o no – aunque el Señor Jesús diga que bueno sólo es Dios – sino estás aliada a Dios, a semejanza del pueblo de Israel, puede que estés en la Iglesia, pero por ese motivo es que continuas bajo esclavitud.

Cuando eres esclavo de algo, ciertamente es porque no estás aliado con Dios o tu alianza está “quebrada”; estás “divorciado” o separado. Pero cuando estás aliado a Dios, Él tiene un compromiso contigo y viceversa. De esta forma, Él está atento a nuestra condición.

El pueblo de Israel no clamó a Dios por causa de su carácter, o porque quería estar cerca de Él, sino por su necesidad. Realmente, antes de comprometernos, de tener una alianza con Dios, nos acercamos a Él en virtud de la esclavitud que vivíamos, y nuestro clamor subió hasta Él.

Pero Dios sólo puede actuar cuando existe una alianza, y Él se acordó de la alianza que tenía con Abraham y, cuando el pueblo clamó, se acordó de la alianza hecha con ellos.

Cuando tenemos una alianza con Dios, tenemos seguridad.

Cuando el pueblo de Israel materializó la fe a través del clamor, Dios estuvo atento a ellos por causa de esa alianza. Ahí está la importancia de firmar una alianza con Dios, porque una vez que la tengas, ¡estás seguro! Dios va a estar atenta a tu condición y ciertamente estarás con una fe activa, porque en una alianza existen responsabilidades, actitudes en pro de uno hacia otro; estarás en movimiento, con la fe activa, con tu vida en novedad, experiencias nuevas. Sobrepasando nuevos desafíos, invirtiendo en ti misma, en tu comunión con Dios y en todo, en relación a la fe.

Amiga internauta, ¡muévete! Firma ese compromiso con Dios, porque Dios sólo puede aliarse a ti si tú te alias a Él. Por eso está escrito: “Venid a mi…”. Tú debes acercarte a Él. Es tu momento. Momento de tomar la iniciativa que sólo tú puedes tomar.

Alíate a Él. ¡Haz lo que tengas que hacer!

Y te digo más: Cuando la persona no toma una actitud definida, ¡no usa la fe! Siempre que actué de forma definida, el Espíritu de Dios estaba sobre mi. Había espíritu y vida en mi decisión, hubo cambios. ¡Yo adquirí las respuestas de aquello que buscaba! Pero cuando no hay decisión, no hay espíritu, fuerza, alianza, compromiso, fidelidad y responsabilidad.

Toma actitudes y revoluciona tu vida, porque todos los derechos, como responsable de tu propia vida, están en tus manos.

¡Está en tus manos! Deja tu comentario, por el cual agradezco a todas, pero sobretodo, porque dejarás registrado aquí en el Blog lo que estás dispuesta a hacer de aquí en adelante.

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38 comentários

    Es verdad que muchas personas o diría que casi todas las personas que llegan a la iglesia están detrás de una bendición, ya sea en la salud, familia o económico; pero lo que garantiza una vida plena es la alianza con Dios. Si logramos tener esa alianza entonces lograremos una vida de abundancia pero sobre todas las cosas tener un encuentro con Dios

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    Eso mismo Sra. Vivi, sin tomar actitudes, sin fuerza, no conquisté nada, vivía solo insegura, me encontraba sin salida, pero comencé a usar mi Fe y he comenzado a ver una diferencia dentro de mí.
    Sin actitud, sin aliarse a Dios no hay salida, solo hay inseguridades, miedos, dudas, complejos.
    Todo depende de nosotras mismas.

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    Cuando pasamos a tener alianza con Dios vivimos confiados y seguros de que Él nos dará la respuesta que anhelamos, claro todo depende de nosotros si vivimos de acuerdo a su voluntad, en caso de lo contrario Dios no tendrá obligación de responder a nuestros clamores ya que no tenemos un pacto, un compromiso o una alianza con Él, y continuaremos viviendo en completa esclavitud.

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    Cuando tenemos alianza con Dios, estamos seguras, nuestra confianza en él se hace infinita.

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    Cuando existe esa alianza con Dios no hay temor sabes que cada diificultad es para moldearte estas segura por eso estoy dispuesta a no romper mas esa alianza con Dios y cada dia fortalecerla.

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    siempre la mayor fuerza el mayor apoyo para enfrentar las dificultades se consigue es en Dios, por eso nuestra mayor alianza debe ser con el la alianza que no se rompe nunca.!

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