¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – EPISODIO 66 : ¿POR QUÉ LAS PERSONAS ESTÁN ENGAÑADAS?
- 28
- Dic
- 2023
¿Alguna vez te has parado a pensar que muchas personas se dejan persuadir por información secular, sin conocer primero los hechos?
En este caso, el Señor Jesús vino, nació en Belén, era de la tribu de Judá y, sin embargo, la gente estaba confundida, sin saber si Jesús era realmente el Mesías
La Biblia dice que el Salvador debería venir de Belén, de la tribu de Judá, pero los judíos demostraron cuán confundidos estaban, tanto con respecto a las Escrituras como al verdadero origen del Señor Jesús. Ni siquiera se tomaron la molestia de saber que el Mesías había nacido en Belén y no en Nazaret.
“Entonces algunos de Jerusalén decían: ¿No es éste al que procuran matar?
Y ved, habla en público y no le dicen nada. ¿No será que en verdad los gobernantes reconocen que este es el Cristo? Sin embargo, nosotros sabemos de dónde es éste; pero cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es”. Juan 7:25-27
Bueno, las Escrituras ya hablaban, pero era como si se hubieran olvidado y no tuvieran cuidado de comprobarlo. No había ningún interés por parte del pueblo, entonces se dejaron influenciar por los religiosos, que querían imponer sus dogmas y filosofías al pueblo, y el propio pueblo permitió que esto sucediera.
Por eso no puedes dejarte convencer por información de terceros, hay que comprobar los hechos. ¿Qué dice la Palabra de Dios? La Palabra de Dios es directa, dice la verdad, no da información a medias. Ella ya habló de antemano de dónde estaría el Señor Jesús, allí en Belén y no en Nazaret.
Estaba aquí pensando, ¿cómo estamos persuadidos tú y yo? Esto sucede cuando no hay interés de nuestra parte en buscar información correcta, directamente de la misma Palabra de Dios. Si dejas que otras personas te influyan, es porque no buscas en Dios la respuesta.
Una de las cosas que realmente valoro es mi tiempo con Dios. Me encanta este momento en el que medito en la Palabra de Dios, porque los pensamientos de Dios no son mis propios pensamientos. Necesito leer, meditar en la Palabra de Dios, porque necesito ver cómo Él ve. Quiero hacer su voluntad. Lo miro como mi referencia.
Busco agradar a Dios no por una religión, sino por quién es Él, cómo ha estado en mi vida. Me ha salvado de innumerables cosas. Cosas que veo y cosas que ni siquiera sé, pero Dios me ha guardado, me ha sostenido.
Veo que muchas personas que hoy estuvieron a mi lado ya no están en la Obra de Dios, ni en la iglesia, porque no buscaron con todas sus fuerzas los pensamientos de Dios. Se dejaron persuadir por sus propias emociones, por sus conjeturas, y no quisieron mirar al Señor Jesús, al Rey, ni a Dios Padre como referencia, foco, objetivo de agradar.
Tienes dos opciones:
– Te complaces a ti mismo.
– O agradarás a Dios.
Si te complaces, estás en peligro. Esto se debe a que cuando te complaces a ti mismo, haces lo que tus emociones te instan a hacer. Si te sientes molesto, con dolor, odio, resentimiento, lo aceptas, lo alimentas y lo guardas como algo precioso.
Pero si quieres a Dios, entonces guardas la Palabra como algo precioso, algo que necesitas, algo que es bueno para ti, como un tesoro, una riqueza sumamente mayor que cualquier otra cosa.
Cuando le das esta importancia a Dios, entonces buscas, lees la Biblia, meditas, hablas con Dios, compartes con Él. Siempre estás vigilando para hacer lo que agrada a Dios.
De esta manera usted no se verá influenciado por terceros. Aunque veas un mal testimonio de alguien, que a veces hasta tiene un cargo, no te corrompes y no te dejas llevar por nada ni por nadie. Mantienes la Palabra almacenada dentro de ti, en tu mente, guiándote a hacer lo que agrada a Dios.
¡Eso es lo que tienes que tener en cuenta! Porque tu vida está impulsada por lo que alimentas. ¿Y alimentas la voluntad de Dios o la tuya propia?