¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 73: ¿Qué haces con las oportunidades?

¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 73 : ¿Qué haces con las oportunidades?

¿Quién es Dios? ¿Cómo actúa? ¿Y quiénes somos?

Es extremadamente importante entender tu propia condición, porque si no ves tu propia condición, ¿cómo cuidarás de ti mismo? ¿No es verdad?

Y si tienes un referente, que es Dios, pero no lo observas, ¿cómo te guiarás en lo que tienes que hacer? Entonces necesitas saber quién es Dios y quién eres tú.

¿Qué haces con la oportunidad? ¿Te distraes con las oportunidades? ¿Y cuándo ellas vienen? ¿A qué hora aparecen? Conozcamos a través de la Palabra de Dios:

“Pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba”. Juan 8:1,2

Curiosamente, cuando el Señor Jesús vivió entre nosotros, aquí en este mundo, se tomó el tiempo para ir a las montañas, así como se tomó el tiempo para enseñar.

Jesús enseñó, valoró y cuidó a esas personas. Sabía que esa gente necesitaba aprender. Entonces aprovechó el tiempo para hablar con el Padre, para tener su momento personal con Dios Padre y para dar oportunidades a otras personas.

¿Y por qué la gente iría a Jesús? Porque Él siempre le dio algo a la gente, le dio enseñanzas, orientación. Jesús siempre estuvo actuando, es decir, dando. ¿Qué pasó?

“Los escribas y los fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio” Juan 8:3

Los escribas y fariseos estaban celosos de la popularidad de Jesús, porque la gente acudía a Él, y Jesús daba atención, vea que él se sentaba y enseñaba. ¿Y cuántas veces no prestas atención a las personas que pasan por tu vida? A veces vas a la iglesia, oras, lees la Biblia, das el diezmo, das una ofrenda, pero cuando la gente viene a ti, es como si no los notaras. Es como si no les dieran valor. Y también demuestra que tampoco te valoras.

Cuando Jesús iba a los montes, siempre hablaba con el Padre, la forma en que Jesús se relacionaba con el Padre era también la forma en que se relacionaba con las personas, es decir, cuidaba de las personas, porque Dios Padre Le había enviado a dar su vida por el pueblo.

Imagínate, ¡dar la vida es darlo todo! Pero hoy la gente está muy centrada en su mundo, su familia, su trabajo, su éxito, no piensan en las personas, en las almas que llegan a ellos. No aprovechan la oportunidad y obviamente no tienen experiencias con Dios.

Si te doy, si te enseño, si me importa, es porque valoro mi propia vida con Dios. Tengo mi tiempo con Dios. Y este tiempo con Dios me hace cuidar mi alma, lo que siento, me hace observar quién he sido. Y sé que cuando observo lo que siento, cómo actúo, cómo incluso estoy tentado a actuar mal, a desanimarme, a veces, por las dificultades, estoy tentado a ceder al mal, pero la Palabra de Dios siempre enseña a analizarme.

En este momento en la montaña, realmente tengo que escalar, tengo que deshacerme de mis ocupaciones terrenas, físicas, para elevarme a Dios y observar lo que he sido y cuáles son los pensamientos de Dios sobre mí. Cuando leo la Biblia, cuando hablo con Dios, es el resultado de lo que he observado sobre mí.

Cuando empiezas a buscar quién has sido, es como buscar lo que es justo, es ver en la Palabra de Dios cómo actuó el Señor Jesús y cómo actúas tú. La forma de leer la Biblia, de meditar, de buscar es la forma que demuestra interés de tu parte.

Cuando lees la Biblia, cuando meditas, no es para que cumplas con tu deber ante Dios, sino que es porque necesitas tener los pensamientos de Dios, y diferenciar lo que es tuyo, lo que haces mal, para luego corregir. Esto es lo que me enseña la Palabra de Dios. Y eso es lo que hace la fe inteligente, me enseña. Y tengo que ser humilde para reconocer realmente mis faltas y actuar, obedecer la forma en que ella me guía.

“Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio”  Juan 8:3

Si trajeron a esta mujer sorprendida en adulterio, probablemente ya estaban mirando, ya estaban planeando atraparla en adulterio, solo para llevarla al Señor Jesús y tomarlo desprevenido con la situación.

‘le dijeron*: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices?

Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra”. Juan 8:4-6

Mira, si te provocan así frente a la gente, ¿estarías tranquilo? Jesús estaba inclinado y escribiendo con el dedo en el suelo.

“Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra”. Juan 8:7

Y Jesús no hizo nada. ¡Él no tenía pecado, Él es Perfecto! Él pudo apedrear a esa mujer, no había pecado en el Señor Jesús, nunca lo hubo, Él nunca fue reprochado. Pero aquellos escribas y fariseos tenían la mala intención de causar alboroto para poder acusar al Señor Jesús.

¿Y si fuera en tu caso? ¿Si fuera en mi caso? La persona que intenta provocarme, ¿qué le haría? ¿Qué harías?

Bueno, todo dice de lo que hago con mi oportunidad, mi tiempo con Dios. Jesús tuvo tiempo con el Padre, tuvo sus momentos a solas con el Padre y después de eso estuvo disponible para servir al pueblo.

Yo te pregunto: ¿eres tú esa persona tan ocupada, tan llena de cosas que hacer, que lo único que valoras es tu reputación frente a la gente? ¿Te pones muy nervioso si te acusan, si te ponen a prueba, te pierdes, te dejas llevar en la carne? Cuando nos pillan desprevenidos es cuando sale a la luz lo que tenemos preparado para nuestra vida espiritual.

“E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.

Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio.” Juan 8:8-9

¿Cómo verías a una persona que actúa mal?

¿La acusarías? ¿Entrarías en la rueda de los escarnecedores para burlarte de aquella persona? ¿O te mantendrías en la posición de servir, de dar oportunidades?

Bueno, ¡esta pregunta sólo tú puedes responderla!

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