LA VERDAD – Episodio 60 : El precio de la verdad

El precio de la verdad es vida sacrificada para que otros sean alcanzados.

¿Estamos dispuestos a pagar el precio de la verdad? ¡Vamos a saberlo!

Jesús dijo:

“He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán.” Mateo 10:16,17

El precio de servir a Dios es que seremos enviados como ovejas en medio de lobos. Es decir, que estaremos expuestos a personas que no quieren la verdad, personas a las que les gusta la mentira, les gusta la iniquidad de planear el mal.

El discípulo tiene que tener el ejercicio diario de la fe, no sólo para hablar la verdad, sino cómo vivir esa verdad, dependiendo de Dios, pagando a veces precios altísimos por causa del Evangelio.

Y Jesús dice así:

“Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis; porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.” Mateo 10:19,20

Dios habla a través de nuestra boca. Él nos sustenta en medio de las pruebas. Obviamente que, en este desafío de anunciar al Señor Jesús, la verdad, usted tendrá que permanecer en esa fe.

Y nosotros sólo permanecemos con Dios cuando ejercitamos esa fe. Observe que el precio de la verdad es el sacrificio. ¿Y usted está dispuesto a sacrificar su vida en pro del Señor Jesús?

EL sacrificio no para por ahí:

“Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte. el que persevere hasta el fin, ése será salvo.” Mateo 10:21,22

Observe que la salvación demanda constancia en lo que hace para Dios.

No puede ser una perseverancia hasta la mitad, hasta un cierto punto, tiene que ser hasta el fin, pues este será salvo.

Solamente quien cree, quien va hasta el fin, es quién muestra que ama a este Dios, que reconoce que lo mejor no es lo que estoy viendo, sino aquello que va a pasar: estar toda la eternidad con Dios. ¡Ese es el fin!

Usted tiene que ir hasta el fin, ser constante, corregirse, ¡porque sólo quien persevera hasta el fin será salvo!