LA VERDAD – Episodio 45 : Mi camino trae dolor

¿Cuántos caminos trazó que le trajeron amargura?

¿Cuántas manías y maneras de vivir tuvo y no le trajeron paz?

Cada uno trazamos nuestro camino, con las decisiones que tomamos todos los días. Y todo esto tiene consecuencias…

El salmista habla con Dios sobre sus necesidades, observe:

“ De mis caminos te conté, y tú me has respondido; enséñame tus estatutos.” Salmos 119:26

Cuando usted habla de sus caminos, habla de su vida. Entra en detalles sobre si mismo, se expone para Dios.

Pero no basta contar mis caminos, mis decisiones a Dios, tengo que aprender a practicar lo que es correcto.

¿Cómo practicar las leyes de Dios, según lo que estoy viviendo? Bueno, el salmista pide ayuda:

“Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas.” Salmos 119:27

Y, ¿cómo voy a entender los preceptos de Dios? Cuando hay interés por mi parte, cuando insisto en aprender con Dios.

“De tristeza llora mi alma; fortaléceme conforme a tu palabra.” Salmos 119:28

El salmista, incluso creyendo en Dios, había errado también en sus elecciones, pero aquí, delante de ese dolor, él insiste, habla de resultados que él ha recogido en su vida.

Aproveche este momento y hable con Dios sobre sus caminos, sus pecados, sus fracasos. ¡Y diga que quiere obedecer Su Palabra y no lo que siente!

Siempre que comparte su vida con Dios, estará incluyendo a Dios en su vida, en sus decisiones, mostrando así que a su manera no funciona. Y que quiere aprender con Él.

El salmista dice así: “He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas delante de mí.” Salmos 119:30

Escoger el camino de la verdad es una decisión que implica confrontar su voluntad, su manera de ser, para obedecer a lo que el camino de la verdad exige,  que es el juicio. Es decir, nada de emoción, sino hacer lo que es correcto.

Independientemente si las personas lo hacen o no, usted lo hace porque es lo que necesita. ¡Y usted entiende que depende apenas de si mismo!