Siervas en alerta – El chismoso

A fin de cuentas, ¿quién es el chismoso?

¿No es el que se mete en cotilleos, hace comentarios inapropiados, siembra intrigas, y saca los «trapos sucios»? Seguro que la vida de la persona que tiene ese tipo de comportamiento huele muy mal y hace que otros, y sobre todo Dios, noten un olor insoportable.

Pero no seamos hipócritas, dejemos a un lado los paños calientes y seamos verdaderos: ¿Quién nunca hizo un comentario, dijo un chisme o sembró una intriga por pequeña que haya sido? Lo que estamos haciendo aquí no es apuntar con el dedo a nadie, sino ALERTAR y revelar la gravedad de esa práctica. Una de las cosas más abominables a los ojos de Dios son las intrigas, el acto de sembrar contiendas entre hermanos.

Permanece atenta a las conversaciones fútiles que surgen entre las obreras. Abren bien tus oídos y no te involucres en cotilleos, como hablar de la vida de otra obrera, de sus responsabilidades y sobre como las desempeña; hacer comentarios sobre los horarios de las reuniones, o la cantidad de estas, de manera negativa, criticar la ropa o la postura de los demás, entre tantas otras murmuraciones y chismes.

El chismoso se mete y se entromete y su lengua no se cansa, hasta el punto de ponerse ansioso por hablar. No obstante, hay partes más profundas y delicadas que el chismoso mancha:

• Mancha su integridad
• Mancha su reputación
• Mancha su credibilidad
• Y sobre todo, mancha su SALVACIÓN

«El que anda en chismes descubre el secreto, mas el de espíritu fiel oculta las cosas.» (Proverbios 11:13)

¡Tú decides si quieres seguir manchándote en la «pocilga» de los cotilleos o ser de espíritu fiel y mantener los asuntos en secreto!

¡El fiel de espíritu no revela ni insiste en que el asunto le sea revelado!

Y tú,¿ qué opinas de este tema?