Volviendo al Pasado – 30ª Parte

Volviendo al Pasado – 30ª Parte

Luis era el más gracioso, pero por otro lado, él daba más trabajo.

Él daba más trabajo por quería continuar con sus manías de mentir, de desobedecer y olvidarse de los compromisos, para hacer sus propios deseos.
Vera, por otro lado, era tranquila y mi compañera, porque ella atendía mis orientaciones.

Vera, cuando empezó en la escuela, en la guardería, tuvo sus dificultades por no entender nada de inglés, entonces me propuse el participar un día de clase con ella, y de esta forma ella estuvo más confiada.

Aproveché aquellos instantes en su clase para tener un montón de ideas para la EBI, y usarlas futuramente cuando yo tuviese la oportunidad de trabajar con la EBI.

A ella le fue bien en esa escuela, aprendió inglés y se le dio muy bien allí. Después ella cambió a otra escuela, donde Luis también iba a comenzar a estudiar, porque ya tenía la edad para aprender.

Después de 3 meses de clases, la escuela me llamó para tener una conversación, y yo fui.

Allí, el Director del la escuela me habló de la situación de Luis, y me dijo que él iba a ser expulsado, porque no podían tener un niño que distrajese a los demás en la clase, como Luis estaba haciendo.

Yo sólo sé que en aquella sala de atendimiento empecé a llorar, el Consejero tuvo pena de mi y me dijo: “Mire, no se preocupe, en la escuela “tal” pueden aceptar a Luis, porque allí son solo niños que tienen ese problema.” Me quedé tan avergonzada de la situación y tan enfadada con Luis que no sabía ni qué hacer.

Y allí fui yo, a buscar otra escuela. Entonces Luis consiguió una plaza en la primera escuela en la que Vera estuvo, allí lo aceptaron.

Después de un tiempo, fuimos transferidos a Nueva York. Y ellos tuvieron la oportunidad de ir con nosotros, en la escuela de Nueva York, Luis seguía dando el mismo problema.

Nuevamente la profesora me llamó e incluso me orientó a que busque un psicólogo, yo sólo se que al oír eso a la profesora, hablé muy en serio con ella: “Si Mi Dios es verdadero, Él va a resolver esta situación; no voy a ningún psicólogo. Luis no tiene ningún problema.”

No entendía el motivo de por qué Luis tenía dificultades en obedecer, no entendía por qué cuando yo le decía las cosas, él no obedecía.

Los castigos ya no funcionaban, tuve que optar por otras cosas que le enseñasen a cambiar, pero aún así, ¡nada!

Lloré muchas veces porque además de esas dificultades con él, también estaba teniendo problemas con la situación de ellos. Yo ya no tenía ninguna esperanza de que hubiese alguna forma de tenerlos conmigo, porque esos problemas escolares estaban creando otros problemas, incluso al respecto de la tutela de ellos.

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4 comentários

  1. señora yo también tengo a mis hermanitas pequeños y muchas beses yo me enojo por algo que ellas hacen mal y las regaño pero también muchas beses me hacen sentir mal por eso este tema me gusto y aprendí a no ser mas así y tener sapiencia

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  2. Yo tambien me a sentido triste por situaciones que pasan por ejemplo en la escuela en mi casa etc.

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  3. Yo tengo mis hermanos pequeños y siempre soy impaciente con ellos, pierdo el control rápido de mi boca y confieso que los he hecho sentir mal, por eso acompañó estas experiencias que nos dejan grandes aprendizajes.

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  4. Gracias señora vivíane por sus experiencias que comparte con nosotras me anda alludado mucho especialmente cuando estoy pasando por una dificultad.

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