Volviendo al Pasado – 20º Parte

Infelizmente asistí esta película en realidad: La vida de un pastor que estuvo a mi lado junto a su esposa, desmoronarse, y con una hija adoptada.

Observa lo que aconteció.

En aquella reunión de pastores donde fue expuesto el error de él delante de todos nosotros, la esposa del pastor perdió el “suelo”, con tal decepción. Y yo, la busqué al final de la reunión para poder ayudar en lo que pudiese, y la primera cosa que la esposa hizo fue pedirme perdón.

¿Perdón?

Pero, ¿por qué? Mi intención era ayudar y ¿ella viene a pedirme perdón?

¿Perdón por qué?

Ella dijo: “Viviane, ¿sabes aquella vez que intestaste resolver el problema conmigo? Pues si, yo realmente tenía un problema contigo, pero lo escondí, y quiero pedirte disculpas, reconozco que no estaba bien”.

¡Yo me quedé pasmada!

No estaba guardando nada del pasado, e incluso pensaba que yo estaba haciendo una tempestad en un vaso de agua, pero ella si, tenía una “deuda” conmigo.

Yo dije: No te preocupes, ¡ya pasó! Creo que la habré dado un abrazo en aquel momento, porque en momentos como estos, siento la necesidad de abrazar para abrigar y no dejar a la persona ser consumida por la acusación.

Y le dije: “Estoy aquí porque quiero ayudarte.”

Los años pasaron… ellos fueron enviados a España, y de allí fueron enviados a Argentina, sin embargo al llegar al aeropuerto de España, con el billete en la mano, él se acerca a su esposa y le da la noticia que ella vaya con la hija a Argentina porque él se quedaría en España con otra mujer.

Una decepción más para ella, ahora aquella mujer tenía una hija adoptada sin padre… en fin, sin un hogar estructurado, y ningún futuro, porque la esposa del pastor no trabaja.

Al pensar en esto me da mucha tristeza, pero todo tuvo un comienzo, aparentemente ella fue la víctima de él, pero ambos empezaron la obra de Dios mal, ¡muy mal!

Ella me había contado cuando yo estaba en la iglesia de Cascais, que ellos habían tenido una relación sexual antes del matrimonio, fueron corregidos en aquella época, porque él ya era auxiliar, pero infelizmente tanto él como ella, nos aprendieron con los errores cometidos.

El matrimonio que conoce la verdad y escoge hacer las cosas a su manera, para después pedir perdón, no es de confianza.

No es de confianza ni para ella, ni para él, a no ser que haya FRUTO de ARREPENTIMIENTO.

¿Por qué?

Porque en el de la prueba de los dos, de revelar ser fieles a Dios, mostraron falta de temor. Y al fin, cuando se casan, uno llega consigo los hechos de la falta de temor de ambos; y esto genera muchos problemas: Celos, miedo de la injusticia. Y ahí… ¿qué se espera cuando la persona quiere esconderse del que él justo?

Este caso, “ me dice” mucho.

No hay nada en oculto que no sea revelado, un día todo va a quedarse expuesto, y quien esconde es porque está viviendo en lo oscuro.

Aunque no haya nadie que te vea, tienes tu conciencia que sabe lo que es verdad, y tú decides querer a Jesús o el reino del diablo.