¿Quién es Dios? ¿Quién es usted? Episodio 86 – ¿Para qué esto?

¿Quién es Dios? ¿Quién es usted? Episodio 86 – ¿Para qué esto?

¿Quién es Dios? ¿Quién es usted? Nosotros seres humanos, cuestionamos muchas cosas. Creo que eso ya ha pasado con todo el mundo, en una determinada situación en nuestra vida, nos preguntamos:

¿Para qué esto? ¿por qué este problema? ¿por qué está situación? ¿Dios no ve que este problema me hace mal, crea algo que no tiene sentido en mi vida y está destruyendo todo y todos mis sueños?

Pues si, muchas indagaciones que hacen al ser humano, a veces estar distante de Dios por falta de comprensión de la situación en que vive.

¿Y Dios? ¿Cómo Él lleva esta situación? Bueno, Él sabe que muchas personas Lo cuestionan con el por qué de aquella situación. Pero vamos a saber lo que el Señor Jesús habló sobre esto, cuando Él estuvo aquí entre nosotros, en cuerpo, alma y espíritu. Vamos allá:

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. Juan 9:1-3.

A veces no entiende el por qué de la situación. Ahora ya lo sabe. Las situaciones que no entendemos tienen un motivo: para manifestar la Obra de Dios dentro de nosotros. Ahora, está claro, tienes que aceptarlo.

Y Jesús dijo así: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar.” Juan 9:4

Es decir, Jesús tendría que manifestar la fe, Él tenía un objetivo de servir al Padre y, obviamente, hacer esta obra que el Dios Padre Le envió para hacer, mientras es de día, cuando hay oportunidad. Día significa oportunidad. Cuando ya llega la noche y nadie puede trabajar, es difícil. En diferentes situaciones existe oportunidad de que la Obra de Dios sea hecha en tu vida.

A veces, no es un problema con el que se preocupa, sino que surgen situaciones en que cuestiona y dice: “esto podría suceder así”. Y, cuando pienso de esa forma, en realidad, quiero hacer las obras de mi cabeza.

Y sobre aquel ciego de nacimiento, Jesús dijo que convenía que Él hiciese las obras de Aquel que Lo envió. Es decir, aquella situación sin nexo era para que Dios hiciese la obra en la vida del ciego y de todos sus familiares, porque todos los que conocían a ese ciego de nacimiento verían el milagro.

Y Jesús continuó diciendo así:

Entre tanto que estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,…” Juan 9:5,6

¿Si usted fuese ciego de nacimiento, aceptaría que Jesús escupiese en la tierra, que además hiciese lodo y ungiese sus ojos? ¿se sentiría ofendido?

Bueno, a veces, la situación nos ofende. A veces, la solución del problema nos ofende. Por ejemplo, usted está en un determinado problema en su vida, un problema de salud, en su trabajo, o en su familia y, ahí, la solución es justamente aquello que no tiene sentido en su cabeza. Pues si, y Dios permite que esto suceda para trabajar en nuestro orgullo, en nuestro ego.

“…Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que interpretado significa, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.” Juan 9:6,7

Aquel ciego tendría dificultad de ir al estanque de Siloé para lavar algo que fue Jesús quien ensució. Mira como son las cosas. Jesús unta los ojos del ciego con el lodo, que él escupió en la tierra y después Él le manda a aquel ciego que vaya al estanque de Siloé. Aquella situación hizo con que el ciego tuviese dificultad para lavarse, porque él no veía.

A veces, la situación, la respuesta que Dios quiere de su parte, de mi parte, es justamente algo que a nuestros ojos es complicado, es difícil, no tiene sentido. Pero cuando obedece, está diciendo: “Voy a sujetarme a esto, porque es Dios quién está diciendo lo que tengo qué hacer”.

Cuando obedece, está siendo humilde, quebrando la barrera de su orgullo, de su cuestionamiento, de su manera de ser, de su forma de pensar. Está quebrando barreras que no imagina y que, en realidad, es la manera en que tiene que actuar para ser curado.

Es decir, Dios permite que las situaciones sucedan, y no tienen sentido, para que seas curado. Algo que va mucho más allá de la ceguera física que él tenía era la ceguera espiritual.

¡Piensa sobre esto! Y haga uso de una fe inteligente que s humilde y que permite que se sujete a la obra que Dios hace en nuestra vida.

*Lee y comparte un episodio más de la Seria: ¿Quién es Dios? ¿Quién es usted?

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