- 16
- Jun
- 2014
7º Dia – ¿Cuándo es la hora de que Jesús manifieste Su Poder?
- 16
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Hoy, el Día 7º voy a hablar sobre el tema: ¿Cuándo es la hora de que Jesús manifieste Su Poder?
Tú estás acompañando este ayuno de 40 Días y tienes tu objetivo, pero ¿cuándo es que Jesús va a manifestar el poder de Él en tu vida? ¡Está es la gran cuestión!
Tú quieres resultados, no quieres “bla, bla, bla”, sino obtener un resultado de tu fe. Entonces, presta atención hoy a través de la lectura, a un hecho verídico, y haz un paralelismo con tu vida:
“Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda. Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.” (Juan.2:1-3)
Presta atención en la siguiente situación: En un matrimonio, Jesús fue invitado junto a los discípulos, y su madre también estaba presente. Al acabar el vino, quien lo relató al Señor Jesús, fue precisamente María. En otras palabras, Le presentó un problema para resolver. “Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto ? Todavía no ha llegado mi hora.” (Juan.2:4)
¿Por qué aún no era la hora de Jesús?
“Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que El os diga.”
Presta atención en una actitud de una mujer racional, ¡llena de fe inteligente! En lugar de lamentarse: “Me trató como mujer; fueron fuertes sus palabras delante de todos; ¡¿cómo quedó yo delante de esta situación?!…” ¡Nada de eso! María encaró aquellas palabras del Señor Jesús como una iniciativa para resolver otra cuestión: “Ya que yo no puedo resolver el problema, le dije a los sirvientes: Haced todo lo que El os diga.” De forma que Le obedeciesen.
“Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde.”
Fíjate que los sirvientes, podrían haberle preguntado qué autoridad tenía para mandarles a coger las tinajas, que por si solas ya son pesadas. En la fiesta, supuestamente, apenas el novio tenía esa autoridad. Pero ellos no cuestionaron nada… ¡Obedecieron!
Observa como es importante sacar provecho de la Palabra de Dios, en el Espíritu, porque esta división entre el que sirve y el que no sirve; saca tus dudas y no dejes ninguna pregunta en el aire. Aquellos sirvientes obedecieron, aunque tuviesen que coger aquellas tinajas de piedra llenas de agua, pesadas, se sometieron y obedecieron a lo que el Señor Jesús pidió.
Y así, tú y yo, debemos obedecer, ser flexibles… Y un detalle, los sirvientes, fueron más allá de lo que les había sido pedido, ¡porque las llenaron hasta el borde!
Si las hubiesen llenado con poca cantidad, también el milagro sería proporcional a lo que habían presentado.
Cuando inviertes poco por tu parte, también recibirás poco. Pero si “la llenas”, participas y pones toda tu fuerza en la obediencia en la Palabra de Dios, entonces ves una gran diferencia contigo misma.
“Entonces les dijo: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.”
Jesús no verificó si al llenar las tinajas de agua está se había transformado en vino. Sólo determinó, que sacasen las tinajas y las llevasen al maestresala.
Cuando existe una creencia en nosotras, hablamos determinadas, seguras, con fuerza, con brillo. Y cuando hablan con nosotras determinando, obedecemos. ¿por qué? Porque transmite seguridad, estabilidad.
“Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio, y le dijo: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno.”
Cuando usas la fe, traes a la existencia un “vino” mucho mejor que el normal. Diferente de lo que es regular, porque el milagro trae un sabor especial, diferente de lo que sería normal.
“Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él.”
María obedeció, se sometió, usó la fe inteligente; los sirvientes obedecieron, hicieron todo lo que Jesús les pedía, y el Señor Jesús también cumplió Su parte. ¿Cuándo?
Cuando habló, cuando determinó. Cuando hizo esto, enseguida ocurrió el milagro.
Y tú, amiga, ¿piensas que apenas Jesús te dará señales? ¿Le has pedido el bautismo con el Espíritu Santo, para nacer de nuevo, ser mujer de Dios, que ocurra lo sobrenatural?
Pero, ¿Y tus señales? ¿tu obediencia? ¿Y el hacer más de lo que tienes que hacer? ¿Estás dando señales a Dios?
Cuando el Señor Jesús manifestó Su gloria, quiere decir que manifestó Su creencia hasta el fin, imponiendo lo que iba a acontecer. Él creyó, en lo que iba a suceder. Y así ocurre con todos los que se someten a la Palabra de Dios, que aceptan la voz de Dios y hacen uso de sus señales de fe. Manifiestan la gloria de una fe viva, sin dudas; una fe persistente, que no mira a los obstáculos.
Tienes que traer a la existencia lo que no hace parte de ti, a través de la creencia que está en tu interior. ¡Tú tienes fe! Observa lo que ocurrió cuando llegaste a la Iglesia… Varias cosas sorprendentes, porque manifestabas una creencia. Pero, dejando de manifestar la fe, ¡deja de acontecer! Dejó de existir la gloria y de haber señales en tu vida.
Sólo tienes credibilidad delante de los demás cuando existe esa gloria, materializando la creencia en Dios. Cuando estás delante de una situación, sea cual sea, tienes que presentar señales para Dios, manifestar la gloria de esa creencia, ¡y no quedarte sólo pidiendo! Es hora de actuar, de tomar actitudes radicales, como hicieron María, los sirvientes y el Señor Jesús.
¡Yo quiero la participación aquí en el Blog! ¿Qué señal vas a dar? Escribe y toma una actitud, ¡indignándote contra esa situación! Tal vez ya lleves años en la Iglesia, tal vez te hayas convertido en un “profeta viejo”, sin vida para ti mismo, mucho menos para los que te oyen…
Aunque seas esposa de pastor, obrera, miembro, ni siquiera cuando hablas con tus familiares, transmites “credibilidad”. Nadie cree en ti, porque no hay señales de la fe que dices poseer. ¡No eres radical! No odias los problemas que has vivido y no asumes tu posición con la Palabra que Dios te dio. Ahora, ¡¿Qué esperas?! ¿Que alguien ponga la mano en tu cabeza y ore por ti? ¡No! Eres tú quien tiene que indignarse en contra de esa situación, ¡y tomar una actitud! Ser lo suficientemente sincera para expresar tu agonía.
Asume estas palabras en tu vida, no como una ofensa, un “tortazo” en la cara, sino como un estímulo para salir de esa situación.
Espero tu comentario, incluso de ti que no acostumbras escribir. Agradezco mucho a todos los internautas que han participado, y me han permitido “vivir” un poco de su historia a través de los comentarios.
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Eliana
2 julio, 2014 a 1:2
Hola!! Yo quiero siempre estar con mi fe caliente, pero eso no ocurre en la realidad.. 🙁 algunas veces me siento fria, llena de dudas, odio esa situacion no la acepto e incluso, no se en que momento ocurre!! quiero de una vez por todas dejar de estar fria tibia o caliente quiero tener mi fe en un mismo nivel siempre y que las dudas no entren en mi!
Monica
24 junio, 2014 a 23:2
Gracias Sra Vivi por sus palabra es verdad tenemos que despertar y tomar actitudes para que puedan acontecer cosas maravillosas en nuestras vidas, y para eso hay que salir de nuestra zona d confort y hacer algo radical algo diferente apoyado en la Fe que tenemos en nuestro Dios, El me a mostrado que eso mismo que la Sra esta hablando y que por eso muchos cristianos pasamos a ser asi viejos porque no hay testimonios, desde que comprendi esto comence a tomar actitudes hace como un año atras y entendi que es asi hoy tengo testimonios nuevos gracias a Dios, y se que todavia falta mucho mas para cambiar en mi vida, un abrazo Sra. vivi.
nelly
19 junio, 2014 a 8:2
HOLA SINCERAMENTE YO SOLO QUIERO QUE EN ESTE AYUNO, TENGA EL ESPIRITU SANTO EN MI VIDA ES MI MAYOR SUEÑO , MI DESEO.
ME ESTA COSTANDO MUCHO PERO VOY A POR ELLO
PARA MI ESE ES EL MAYOR TESORO QUE EXISTE.
Sandra Marambio F.
19 junio, 2014 a 3:2
Sra Vivi, muchas gracias, aun que esta palabra me golpeo como un tortazo en mi rostro, fue de gran bendición, creo que es el propio Espíritu Santo hablando conmigo a través de este articulo. tengo casi trece años en la iglesia y me siento muy frustrada por que deje de manifestar la Gloria de mi Dios y no me di cuenta como sucedió, me volví un profeta viejo, pero voy a tomar una actitud y enfrentar esta amargura y arrancarla de mi vida en el Nombre de Jesús.
marya
18 junio, 2014 a 11:2
es solo confiar y no dejar que el miedo me paralice