¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIEN ES USTED? Episodio 77: ¿Cómo juzgas?

¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIEN ES USTED? Episodio 77 : ¿Cómo juzgas?

Muchas veces miramos a una persona y juzgamos por las cosas que vemos, no es verdad? No conocemos el corazón de la persona, pero vemos en el lado de afuera una cosa que parece una realidad, entonces juzgamos de acuerdo con las apariencias. ¿Y Dios? ¿Cómo juzga la situación?

Cuando Jesús estuvo entre nosotros, dijo:

«Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Pero si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.» Juan 8:15-16

Ahí está el secreto del Señor Jesús, Él estaba ligado al Padre.

Entonces, cualquier cosa que el hiciera, como estaba junto al Padre, el juicio de Él era verdadero, porque no estaba solo, pero Él y el Padre estaban juntos.

Y Él continúa diciendo:

«Aun en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.» Juan 17-18

¿Cuándo Dios testifica de mí mismo? Cuando tengo paz.
Yo tengo paz cuando Dios aceptó lo que hice. Y es eso que testifica que Dios aceptó.

«Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.» Juan 8:19

Yo veo una característica muy segura del Señor Jesús. Estaba pensando como Él hacia las cosas de una forma tranquila, en paz. Por ejemplo, cuando vino aquella mujer acusada por los fariseos, que había sido pillada en adulterio, Jesús estaba tan tranquilo que escribía en la arena, pero Él estaba tranquilo, no había miedo, inseguridad, ansiedad, preocupación, tu ves estabilidad y seguridad en lo que el Señor Jesús habla.

«Y las personas preguntaban: ¿Dónde está Tú Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre Estas palabras las pronunció en el lugar del tesoro, cuando enseñaba en el templo; y nadie le prendió, porque todavía no había llegado su hora.» Juan 8:19-20

El Señor Jesús sabía que llegaría el momento de ser preso, de separarse del Padre, Él sabia de todo eso, Él vino con esa misión. Mientras tanto, no Lo ves en ningún momento agitado, ansioso por aquello que debería de acontecerle. Él estaba tranquilo, porque aún no era llegada la hora.

En otras palabras, “Yo tengo que cumplir Mi misión. Y esa misión independientemente de lo que piensan, sienten, aceptan o no, Yo voy a cumplir a lo que Mi Padre Me envió.”

Es eso que hace a la propia persona segura: estar conectada con Dios. Y la pregunta es: ¿estás conectada con Dios?

¿Tienes pensamientos enfocados en agradar a Dios? O estás preocupado con las cosas de este mundo, ¿qué es lo que vas a vivir y cómo será tu vida?

No sé cuál es tu preocupación, pero como actúas revela si estás con Dios, estás conectada a Él o no, o sea, si vas a ser verdadero testigo o vas a ser un falso testigo. Porque si no estás conectada a Él, entonces vas a auto engañarte.

¡Cuántas personas atiendo, he hablado y están anestesiadas! Están en la iglesia, buscando a Dios, leyendo la Biblia, orando, cantando, ayunando, están haciendo su parte religiosa, su testimonio no es verdadero, porque no están conectadas con Dios.

No se puede ser verdadero, cuando haces todo solo por hacer. No tiene sentido hacer las cosas por hacer. Lo que tiene sentido es que tengas una razón, una misión de enfocarte en Dios, que es el Creador de todas las cosas.

¿Y sabes dijo Jesús a aquellas personas que no Lo conocían como su Señor y Salvador, y tampoco podrían conocer al Dios Padre?

«Entonces les dijo de nuevo: Yo me voy, y me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado; adonde yo voy, vosotros no podéis ir.» Juan 8:21

¡Mira lo que dice Jesús!
¿Y porque no pueden ir donde Jesús va? Porque no aceptan, no buscan a Dios fervorosamente.

¿Solo buscas cumplir tus deberes, pero no buscas lo que necesitas? Jesús estaba conectado al Padre todo el tiempo porque Él necesitaba, porque dependía. Y si no tienes esa necesidad de Dios, morirás en tus pecados y no serás salvo.

¡Tengo que decirte la verdad, para que te liberes de la mentira!

Sé verdadero y aprende a buscar a Dios de forma real, porque lo necesitas. No hagas nada porque tienes que cumplir, hazlo porque necesitas.

Yo necesito hablar con Dios, necesito leer la Biblia, necesito meditar, necesito sacrificar. Soy yo. Yo necesito, y no puedes hacerlo por mí. Así como yo no puedo hacerlo por ti. Cada uno necesita hacer su parte. Quien no hace su parte va a morir en su propio pecado y va para el infierno.

No creo que quieras ese resultado, pero si no crees, no vas a buscar a Dios con todas tus fuerzas.

Busca ser sincero, y lo vas a hacer de forma verdadera, vas a juzgar de una manera verdadera, comenzando contigo. Yo me juzgo primeramente a mi misma, porque comparo la Palabra de Dios con lo que tengo que hacer.

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