18º Día – Fe – Ofrece lo Excelente

Hola a todos los internautas es un placer estar aquí con vosotros, hoy Domingo, tengo la certeza de que ya has participado de la reunión por la mañana con un espíritu de querer oír la voz de Dios, quizá has sido bautizada hoy en el espíritu Santo, o quizás no, pero eso no significa que tengas que estar cabizbaja, tienes que estar atenta a ti misma y descubrir el motivo del por qué.

La fe inteligente no mira a los sentimientos, la fe inteligente mira a lo que se dejó de hacer, aprende y cambia las actitudes.

Hoy vamos a continuar hablando de la fe: “La fe te hace ofrecer lo excelente”

“Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.” (Hebreos 11:4)

Bueno, amiga internauta es muy importante que prestes atención en la actitud de uno y de otro.

“…Abel ofreció un mejor sacrificio que Caín”, eso puede suceder, entre tú y otras personas que han ofrecido sacrificios a Dios, pero ¿qué es lo que Dios ve? No es por la cantidad, porque sería injusto que mire eso, cada uno tiene su condición financiera, pero cuando Abel ofreció su sacrificio a Dios, él se propuso hacer lo mejor para Dios, observa la consideración que Abel tenía hacia Dios, y no por una obligación, sino que era algo que hacía parte de Él, y que no hacía parte de Caín.

Caín lo hizo de cualquier manera, y eso también define a la persona, si tú ofreces a Dios lo más excelente, que es tu mejor, no solo ofreces financieramente, sino también diariamente con tus decisiones, tú te propones corregirte; tú no eres perfecta, yo no soy perfecta, no quiero hacer de ti un robot, sino que quiero que estés atenta a ti misma y corrijas tus errores, resolviendo lo que tienes que resolver, y aprender.

No tienes que sentirte humillada, por el hecho de que hayas errado, tienes que sentir que es una oportunidad para ahora cambiar la situación.

Quiero decir que la fe inteligente mira a lo que quiere alcanzar, y no a lo que ha dejado de alcanzar.

Porque si te quedas mirando a aquello que no has alcanzado, vas a sentirte frustrada, triste, agobiada, pero cuando te propones mirar a lo que quieres alcanzar, así tú trabajas en tus imperfecciones de forma que las corriges.

Y observa que “…Abel ofreció un mejor sacrificio que Caín”, entonces Dios se da cuenta de ti y de otras personas, Él me ve a mi y a las demás personas, pero no quiere decir esto que Él esté comparando, ¡no!.

Él está viendo la consideración, la calidad de cómo es lo que está siendo ofrecido a Dios; y como “…Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo,…” ¿por qué? ¿por qué él alcanzó ese testimonio? Quiere decir que cuando lo alcanzamos, no es que forme parte de la persona, es que lo alcanzó, empezó a hacer parte de la vida de él, alcanzó el testimonio de que era justo, quiere decir que él no quiso que sus sentimientos, su necesidad predominase, sino apenas que Dios fuese honrado a través de aquello que él presentaba.

Siendo que después de ofrecer ese excelente sacrificio, dice la Biblia que tuvo la aprobación de Dios.

Observa que interesante amiga internauta, tú, yo y todos aquellos que ofrecen algo a Dios, sacrificios y ofrendas, es aprobado o no, ¿tú ya has pensado en eso? Todo lo que haces, lo que eres, Dios aprueba o no esa ofrenda.

Imagínate que le das un regalo a una persona, y ella te dice – No me gusta tu regalo – y tú te sientes ofendida – ¿cómo que no te gusta? Yo te lo estoy dando de forma espontanea, dediqué mi tiempo para darte este regalo,…- pero la persona que recibe el regalo te dice que no es tu mejor, ¿te imaginas escuchar esto? ¿no te heriría? – Si Viviane, me heriría – pero Dios hace esto, y es absurdo para quien es sentimental, cuando tú ofreces algo que no es tu mejor, Dios no lo aprueba, – pero ¿cómo que no lo aprueba? – para ti, tú piensas que Dios o los demás tienen que aceptarlo de cualquier forma que tú lo das, simplemente el hecho de dar ya es todo para ti, y no es así.

Es el hecho de dar lo mejor; porque puedes dar lo que te sobre, puedes dar lo que no significa nada para ti, puedes dar para humillar, puedes dar para avergonzar, ¿no es verdad? Tú puedes dar lo que quieras, pero depende de cómo lo das.

Cuando tú das con calidad, tienes testimonio de que eres justo, porque tú te disciplinaste, tú has hecho algo justo para Dios, alcanzando así la aprobación de Dios, teniendo en cuenta tus ofrendas, es decir, Abel alcanzó la aprobación de Dios.

Y te preguntas – ¿por qué a veces Dios no las acepta? – Porque Él quiere que entiendas que el amor no es sentimiento, el amor no es pegajoso, el amor hace bien, el amor enseña, el amor corrige, el amor exhorta. Y si Él acepta cualquier cosa de tus manos nunca serás corregida, nunca serás mejor, aprenderás a ser siempre egoísta, y nunca dejarás de ser egoísta.

Esto es en relación a la ofrenda, la ofrenda, el sacrificio que ofrecemos a Dios, es mucho más que propiamente un dinero, se refiere a tu carácter, a tu persona, a lo que has escogido ser.

Observa lo que dice el versículo:

“…y por la fe, estando muerto, todavía habla.”

Mira amiga internauta, imagínate que te encuentras con una persona una vez en la vida, pero tu proceder no fue aprobado, actuaste de una forma errada, y nunca fuiste a conciliarte con ella, nunca cambiaste la actitud referente a aquella persona, ignoraste tu error y lo dejaste pasar.

Quiero decir que cuando tú mueras, eso va a estar pendiente, aquella persona tuvo apenas una oportunidad y ella se va, pero tu ofrenda no fue hablar con ella.

No quiero decir con esto que vas a tener que buscar a todas las personas que pasaron por tu vida, imagínate cómo sería desde que eras niña, ¡no! Yo estoy diciendo que tu vida, ahora con Dios, ahora siendo consciente, desde ahora en adelante, tienes que aprender de tus errores, aprender a ofrecer un excelente sacrificio y ofrenda a Dios, porque incluso después de que mueras, después de tu muerte, vas a hablar con tus familiares, con tus compañeros de trabajo, con las personas que viven contigo, vas a hablar incluso después de muerto, por causa de tu vida, por lo que tú escogiste presentar delante de Dios.

Por eso esto es importantísimo, la ofrenda, el sacrificio no es sólo una vez dentro del sobre, es toda tu vida, es lo que tú has escogido ser, son las decisiones que has tomado.

Por eso amiga internauta, aprende ahora a mirar de aquí en adelante y a corregir en lo que has errado, a ofrecer lo excelente para Dios, porque hay cosas que nadie ve, nadie va a decírtelas, no apuntarán tu error.

Eres tú quien tiene que aprender a ofrecer lo excelente, a arrancar aquello que no te conviene tener, y aprovechando la oportunidad también quiero deciros que la semana pasada yo hablé sobre ser justa y que hables con tus responsables en relación a aquello en que tú has errado, de que reveles lo que ha ocurrido, ¿te acuerdas? Si has acompañado los audios todos los días, tu te acuerdas, y muchas personas dejaron comentarios – ¿cómo lo hago? Etc., etc.…- cada uno con un caso diferente; amiga internauta, lo que tienes que hacer es buscar a tu pastor, porque él tiene una condición espiritual para que le confieses lo que tienes vergüenza de confesar, el hecho de que confieses es apenas para que tú sobrepases el orgullo, y resuelvas el orgullo que hay escondido dentro de ti.

Es sólo por eso, porque la persona que va a oír el pedido de perdón, y el hecho de que le confieses tu error, no va a aportar nada en la vida de ella, pero si en tu propia vida.

¿Está bien amiga internauta?

Ofrece lo excelente a Dios, y aprende a estar atenta todos los días de tu vida, si estás atenta a ti misma, ciertamente vas a ir corrigiéndote en esta jornada de la fe.

Un fuerte abrazo y hasta mañana